Lily y yo rompimos.
Ella me dijo que en el Instituto se corría el rumor de que me vieron besando a un chico y quería una explicación al respecto. Yo solo lo negué, me ofendí y decidí terminar con ella.
Y me arrepentí en cuanto vi que las personas susurraban entre ellos cuando me veían. Dije adiós cuando no debí hacerlo pues aquella acción solo confirmaba las sospechas de mis conocidos.
No estaban equivocados.
Siempre que podía me reunían con Tom en algún callejón, creyendo que esas tres paredes serían capaces de mantener en secreto aquella parte de mí. Él estaba de acuerdo con todo el camuflaje, decía que cuando se ama a alguien tienes que apoyarlo aunque sus ideas fueran descabelladas. Además, ambos sabíamos que esa era la única forma en la que podríamos estar juntos.
Lily era el disfraz que necesitaba para sobrevivir ante mis amigos, mis padres y la sociedad. Era afortunado de tenerla, lo sabía, ella me daba amor, me compartía sus sueños, me elevaba el autoestima estar con una chica como ella. Lily me daba todo lo bueno y puro para mi vida. Para la vida que se suponía debía ser la mía.
La necesitaba para seguir adelante con mi vida, yo creía que si actuaba bien este papel un día llegaría a creerme todo lo que me decía a mí mismo y dejaría de ser una actuación.
— Dame solo una noche más, Lily. — le dije empujando la puerta de su departamento para que no la cerrara. — Una última oportunidad, no quería enojarme contigo, es solo que me molesta que les creas más a ellos que a mí.
— Carlos, tú sabes que te doy todo mi corazón, toda mi confianza pero necesito saber si de verdad me amas.
No, no te amo.
No, no me importa si me crees o no.
Solo porque soy egoísta y pienso en mis sentimientos más que en los tuyos.
Yo solo quiero tener alguien junto a mí que cumpla los estándares de las personas que tienen expectativas sobre mí. Yo solo quiero dejar de sentirme triste, perdido, dejar de sentirme como si fuera otra persona atrapado en este cuerpo.
— Te amo. — dije sin creer las palabras que salían de mi boca. — Te necesito, eres la única persona que impide que me sienta triste.
— No sé por qué siento que soy la persona que te pone triste.
Lo eres.
— Ya no quiero sentirme triste, Lily. — sonó a un ruego, como si ella fuera capaz de arreglarlo todo.
— ¿Entonces por qué sigues volviendo a mí si estás tan triste?
— ¿A quién más voy a buscar? Tú eres la única que puede darme lo que necesito, tú me darás algo verdadero, ¿cierto?
— Quizá quien tiene que darte algo verdadero eres tú mismo. Tal vez solo tengas que encontrarte a ti mismo.
— ¡No! Te quiero a ti, te elijo a ti.
— ¿Por encima de qué?
— Por encima de mi felicidad.
— Entonces haces mal. Mientras sigas pensando así serás una persona desdichada.
Y lo sigo siendo.
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BLUE (#Playlist)
Short StoryRelato corto inspirado en la canción "Blue" de Marina and The Diamonds para el concurso #Playlist