Cap2

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Como me costo levantarme, es un día perfecto para dormir.

Así es, está lloviendo.

Me encantan estos días.

Simplemente la lluvia me relaja, el sonido de las gotas al dar contra el pavimento me encanta, hace que mi mente se calle por unos minutos y me deja disfrutar de ese sonido.

(...)

Entro a la regadera, pongo el agua tibia, porque fria ni loca. Empiezo a enjabonar mi cuerpo y lavar mi cabello.

Luego de una relajante ducha de 20 minutos salgo y me seco con una toalla, para luego ponerme mi uniforme que consiste en:

Un pantalón negro ajustado, una blusa de manga corta blanca, una corbata gris corta, un chaleco negro, mis medias negras y zapatos negros.

Odio el uniforme, ¿Porqué no puede ser un instituto donde se permita ir en ropa particular?

Luego de terminar de vestirme me pongo a cepillar mi cabello, a veces amanece feliz y otros días enojado, hoy amaneció enojado.

Luego de 10 minutos batallando con el, al fin estoy lista.

Salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina a desayunar algo. Me preparo un par de tostadas con mermelada y un vaso de leche.

Me siento en la mesa a comer en silencio, primero mis tostadas y luego bebo mi leche.

(...)

Luego de desayunar me dirijo a lavarme los dientes a las 6:30 pasa el bus y son las 6:20 así que mejor me apresuro.

Tomo mis cosas que había dejado listas la noche anterior, mas un paraguas.

Llego a la sala y por lo que veo mi madre ya se ha ido a su trabajo.

Tomo mi celular y me coloco mis audífonos, salgo de mi casa y saludo a mi vecina la Señora Bety.

-¡Buenos días Bety!-le grito desde el otro lado de la acera mientras sacudo mi mano.

-¡Buenos días! que te valla bien linda.-me dice imitando mi acción.

La Señora Bety ha sido mi vecina desde que tengo memoria, cuando mis padres estaban en el proceso de separación me quedaba con ella, adoro a esa señora.

Sonrío al recordar los momentos que compartía con ella de pequeña, cocinábamos juntas galletas, lastimosamente ya no he podido pasar mucho tiempo junto a ella.

Ante tal recuerdo anoto en mi mente que debo ir a preparar galletas con ella.

(...)

Cuando llevo un rato caminando recuerdo que llevo mis audífonos y me los pongo.

En mis oídos suena "Sugar" de Maroon 5.

"¡Oh Dios! como quisiera casarme para ver si ellos aparecen en mi boda."

"Claro que no tonta, es solo un video musical"

"Pero admite que sería genial."

"Si, pero jamás sucederá."

"Genial, ni mi conciencia me deja soñar."

Me abofeteo mentalmente y sigo mi camino hacia la parada de autobuses.

No es una historia más. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora