Después de un tiempo volvió a mi mente la intención de declarar mi amor, ella y yo estábamos seguros de que eramos el uno para el otro pero para mi era necesario que esto fuera formal, que todos lo supieran, yo quería que fuera mi chica. Estuve pensando en como hacerlo, no tenia ni la mas mínima idea, no sabia que hacer, de la nada, en la televisión apareció una película, la verdad no recuerdo su nombre, solo se que era mexicana, estaba en blanco y negro y el enamorado en curso llevaba serenata hasta el balcón de esa mujer; Esa película me convenció al igual que lo hice yo con mis amigos, yo estaba muy emocionado, al parecer mis amigos también, nos pusimos de acuerdo y lo llevamos a cabo.
Ese día no fue como lo esperaba, llegue pasadas las 8 de la noche a su casa, llegamos en el Volkswagen de mi amigo, específicamente en un beetle, llamados en mi región: vochos. Eramos 5 personas, 1 guitarra, un acordeón, una tarola y 5 sombreros charros, teníamos todo él vestuario, llevábamos converse y un ramo de rosas. Nuestra serenata comenzó con la canción de cielito lindo (de mariachis, solo nos sabíamos esa), continuamos con canciones vallenatas, esas que escuchábamos cuando eramos unos niños en la cuadra, las que todos se saben, las románticas. Casi eran las 9 y la que yo quería que fuera mi chica salio a su ventana, ella llevaba puesta una blusa del capitán América, una trenza echa por su abuela, pijama y en vans, sin maquillaje, ¡la mujer perfecta! Al principio creímos que nos echarían de la casa, no parecían ser del tipo de personas que escucharan la música tradicional de Colombia, nuestra sorpresa fue cuando ella e inclusive sus papás las cantaron con nosotros! Ese momento fue muy feliz para todos, inclusive mis amigos estaban agradecidos, todo fue diferente, les juro que nunca me había sentido tan agusto en algún lugar. La chica me dijo que si, eramos novios al fin.
Nuestra primera cita de novios fue mejor que todas las anteriores, volvió a llover, ese día salí de mi casa caminando, no tenia ganas de manejar, era una tarde excepcional, corte una flor, aun seguía lloviendo. Quedamos de vernos en un parque cerca de la casa de su abuela porque yo no sabia llegar ahí, antes de que ella llegara estaba pensando en si solo darle la flor o decirle lo mucho que la quería, cuando llego hice las dos cosas. Después de 2 horas de platicar fuimos a su casa, la lluvia había terminado, entramos a su terraza y platicamos de nuevo, aun así, aun después de todo del tiempo de hablar, seguíamos teniendo algo que decirnos. En su terraza había una escalera, subimos hasta el techo de su casa, aproximadamente 15 metros de altura, una vista hermosa de una ciudad bonita, yo le tengo miedo a las alturas, sentía que el aire me iba a tumbar de ahí, estaba tan asustado, un miedo que se fue cuando nos sentamos a escuchar a Carla Morrison, me calmo estar junto a ella, saber que siempre estaría conmigo a mas de que la voz de Carla es tan suave.
