My Favorite Neighbor

100-. Es mi fiesta y lloraré si quiero.

—¡Louis, ya están aquí! —lo exclamado por Jay logró opacar el alboroto proveniente de la gran mansión.

Los abrazos y saludos no se hicieron esperar e inevitable fue que no reparara en la ausencia de alguien en especial.

—¿Y dónde está el best man*? ¿No se supone que tendría que estar aquí, persuadiendote a huir?

Al momento de mi pregunta todos habían regresado a sus actividades. Desconocía que ocurría en la cocina pero Jay, Mich y Niall llevaron a mi madre a aquel lugar y la locura previa a nuestra llegada inició de nuevo.

—Harry fue por Gemma a la estación de trenes —miró ocasionalmente el reloj en su muñeca—, aunque ya se tardaron, supongo que están paseando por la ciudad con Anne y Robin.

—¡Vaya! —mi voz demostró más entusiasmo del necesario, evidenciado mi nerviosismo e incomodidad por la inminente reunión con la familia de Harry, aún y cuando el trato entre nosotros era cordial—. La familia sí que estará completa está vez.

—No podía ser de otra manera —Louis sonrió abiertamente, posiblemente como consecuencia a mi ridícula reacción pero no mencionó nada al respecto y fue algo que agradecí a todos los dioses—. Quería a toda mi familia conmigo este día y ahora que tú y Elizabeth están aquí, ya nada me falta.

—Louis... —di unos cuantos pasos al frente, abrazándome a su torso sin poder evitarlo. Me encontraba visiblemente conmovida, esto era lo más tierno que él me había dicho en los últimos años—. Me harás llorar antes de la boda.

Louis soltó una ruidosa carcajada. Él estaba mofándose del tono gangoso que había tomado mi voz.

—No tuve que esforzarme demasiado para lograrlo, ¿eh? —preguntó en tono juguetón. Ahora que el ambiente se había relajado, aproveché para alejarme de Louis, limpiando unas cuantas lágrimas en el proceso. Louis sonreía; sin embargo, el gesto fue efímero, en su rostro pronto se instaló algo que no era muy común ver en él; seriedad—. Te amo, Violettt, y lamento si no te lo he hecho saber lo suficiente, las personas siempre olvidamos cuán importante es decirles a nuestros seres más cercanos cuanto los queremos, excusándonos en que ellos lo saben pero no es sino hasta que ya es verdaderamente tarde que entiendes que debiste decírselo en cada oportunidad habida. Yo no quiero que eso me suceda a mí, Violett, yo no quiero vivir en el arrepentimiento —me sostuvo una vez más entre sus brazos—. Te amo, y sé que soy afortunado por tenerte en mi vida. Gracias por no abandonarme después de todo este tiempo.

—Tonterías —escondí mi rostro contra su cuello—. Gracias a ti por dejarme formar parte de tu vida.

No sabía exactamente que ocurría con nosotros últimamente pero siempre que hablábamos terminábamos sucumbiendo ante el llanto. La situación se sentía extrañamente similar a aquella vez en la que Louis anunció que se mudaría. Hoy al igual que entonces estaba aterrada pues sabía que lo estaba perdiendo y que no había nada que yo pudiera hacer para evitarlo.

—¡Ustedes son tan dramáticos! —la queja de Mich no logró que Louis y yo deshiciéramos nuestra unión—. Violett, Louis va a caminar hacia el altar, deja de comportarte como si estuviera yendo a la horca.

—Imposible, para Violett ambas son las misma cosa —escuché a Niall poco después.

Con la excusa de querer recuperar la privacidad de la que estos dos infames nos habían despojado, Louis me haló en dirección al jardín, tomándome de la mano, desafortunadamente en ella se albergaba la cicatriz de hace unos días, ésta apenas era visible pero aún dolía.

—¿Qué te ocurrió? —Louis pasó de estar preocupado a estar furioso en cuestión de instantes—. ¿Acaso Malik se atrevió a...?

—¡No! ¡Por supuesto que no! —no lo dejé continuar. Estaba horrorizada debido a su conjetura. ¿Cómo Louis podía creer a Zayn capaz de hacer una atrocidad como esa?—. Fue un descuido de mi parte —intenté explicar cuando él pareció más tranquilo—. Estaba cortando algunos lienzos y no preste la atención necesaria. Te lo aseguro, Zayn nunca me dañaría. Él me ama.