En el tren.

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¿Nunca te haz sentido intimidado cuando estás en el tren, rodeado te tanta gente que no conoces? hombres sudorosos, mujeres con sus hijos que no paran de llorar y ancianos, muchos ancianos.

Llámenme como quieran, pero jamás... JAMÁS, un loco. Porque para ser un loco hay que tener razones, las cuales tengo, pero ese no es el punto... El verdadero punto de esto, es la anciana que está sentada en frente mio. Porque yo se que ella es una asesina, lo presiento. Hace unos días atrás falleció misteriosamente mi mejor amigo, Javier. No dudo que había sido ella quien haya asesinado a mi amigo, con aquel bastón de madera que sostiene con su mano derecha golpeó a su víctima hasta que quedase inconsciente, lo había matado.

Aquella mujer que está sentada en el piso con su teléfono celular es drogadicta, pues es obvio, ¿No lo ven? Le está escribiendo a la persona que le compra cocaína. Y el hombre de chaqueta de cuero y un gran orificio en su ojera izquierda, este si que si, él es narcotraficante, y te aseguro que tiene algo que ver con la chica anterior, ¿que cómo lo se yo? pues es obvio, se les nota.

 ¡Oh no! El chico que está parado al lado mio quiere robar mi reloj, pero yo soy claramente más astuto que él porque dejé mi reloj en casa... Ahora me dirijo a mi casa... ¿Y si el joven me persigue hasta mi casa sólo para robarmi reloj? ¿O si soy la siguiente víctima de la anciana? ¿O tal vez el narcotraficante no me quiera vender de su cocaína porque se la venderá toda a la drogadicta?

¡Diablos! Estoy atrapado, todo estaba fríamente calculado, debió haber sido la anciana, claro... Quiere eliminarme a mi también, como a Javier. Realmente quiero salir corriendo pero quedan siete estaciones más para llegar a mi casa, al fin y al cabo creo  importe en este momento. Cuando pare el tren, correré, correré lo más rápido que pueda hasta la salida así la anciana no me alcanzará, luego podría tomar un taxi hasta mi casa pero lamentablemente no tengo el dinero suficiente y reloj tampoco.

Siento que una mano agarra mi muñeca, es mi fin. Creo que es la anciana que viene por mi. ¡Oh cielos! No me despedí de mi madre y no le dejé suficiente comida al perro. Cuando volteé para enfrentar mi muerte, me di cuenta que era mi amigo Javier que había llegado de sus vacaciones... ¿Pero no había muerto? ¿Estarán todos locos o  seré solo yo?


-sky blue.

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