La noche cae y yo caigo con ella.
Las voces empiezan a sonar en mi cabeza,
No hay nada que haga callarlas, yo no puedo hacer que se callen.
Empiezan los insultos de mí hacia mí,
Los "matate de una vez" y cuanto quisiera hacerlo.
Los deseos interminables de que quizás mañana no despierte.
Pero sin embargo sé que voy a despertar y tendré que verme al espejo.
Que voy a despertar y sera otro día en el cual me odie, porque no hay día en que no lo haga.
Y me duelen los brazos de tantos cortes, ya no tengo lugar para otro.
Ya me canse de fingir que todo me va bien, cuando sinceramente todo me va para el orto.