Un corazón por sanar

Epílogo.

Emilia's PoV.

Mi vestido estaba listo, me miré en el espejo contemplando que todo estuviera perfecto.
Tomé la toga, el birrete y salí de la habitación a encontrarme con mi padre que me esperaba en la sala junto a mis hermanos.

—Dios, mírate —suspiró mi padre con nostalgia, un brillo por contener las lágrimas apareció en sus ojos.

Sonrió un poco, toma mi mano y hace que dé una vuelta en mi eje para verme completamente. Sonríe más amplio.

—¿Cuándo creciste tanto? —me pregunta, besando mi mejilla y abrazándome fuertemente.

—Deja, me vas a hacer llorar y ya no tengo tiempo de maquillarme de nuevo —le digo riéndome.

—Lo siento —se ríe —¿Nos vamos? Los niños nos están esperando.

—¿Te fijaste que Shaun no se ensuciara?

—Sí, sigue limpio.

—¿El saco planchado?

—Liso y muy negro.

—¿Jane se puso un vestido decente? —pregunté recordando que suele usar cosas muy oscuras, una etapa supongo.

—Uno morado bajo, es lo mejor que pude hacer.

—Dime que tiene zapatos normales, por favor —supliqué, el rió.

—Sí, unos de tacón bajo blancos. Tu madre estaría orgullosa de ver como cuidas a tus hermanos —sonreí levemente —Y tú también serás una madre increíble —cambió su expresión a una más seria —Dentro de mínimo cinco años. Dile a Joseph que se quede del lado bueno —no pude evitar reírme.

Desde que se había enterado que éramos novios andaba así. Aceptó a Joseph, no había cambiado en opinión sobre él, sabía que era un gran chico. Pero a veces hacía ese tipo de comentarios amenazantes. Era un poco gracioso, pero igual había que andarse con cuidado, seguía siendo mi padre.

—Vale, vale, yo le digo —reí nuevamente —ahora, ¡al bati-móvil!

Corrí al auto con mi padre detrás. Me subí al asiento de copiloto, mis hermanos estaban en la parte de atrás, me puse el cinturón de seguridad y tomé mi teléfono para mandarle un mensaje a Emma.

Para: Emma.

No puedo creer que ya nos estemos graduando, me va a dar algo, ¡ahg!
Ok, equis, ¿hiciste que le llegara la carta?

No esperé respuesta, guardé el teléfono y giré a ver a papá que ya había subido.

—¿Por qué no nos pones en marcha? —pregunté.

—Porque estoy viéndote ahora, cuanto has progresado, nunca pensé verte dentro de tu auto de nuevo. Mírate, estás más grande, física y mentalmente.

No pude contenerme, solté una lágrima, solté mi cinturón y lo abracé. Me siento tan afortunada de tener un padre como él, es lo mejor del mundo. Lo sujete fuerte hasta que ya no pude más, y volví a mi asiento soltando una risa nerviosa.

—Dios, vale, lo conseguiste, creo que se me movió algo de lugar —digo haciendo amago de revisar mi cara. Él se ríe.

—Sigues igual de linda —me dice y le sonrío.

—Bueno, bueno, ya. Papá, pon a mover el auto, la ceremonia no los esperará —interrumpió Jane cuando iba a decir algo.

Mi padre le hizo caso y los movimos del aparcamiento de mi casa. Revisé el celular a ver un mensaje de Emma.

De: Emma

Yo tampoco puedo creer que nos graduemos ahora, estoy contenta.
Y sí. La carta fue puesta en sus manos, capitán. *imagina que estoy haciendo un saludo militar* xd