Etapas de la Primera Obsesión I

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Era tan fácil creer en los cuentos, en las leyendas, en la historia, sin tener una crítica consciente de los pocos conocimientos obtenidos a lo largo de un corto período de aceptación y búsqueda de mi propia identidad.
Comienzos de los cuales me buscaba en situaciones, personas e historias que nunca llegaron a identificarme hasta el día de hoy. Increíbles alusiones a lo que alguna vez quise llegar a ser, metas imaginarias imposibles, pero con fe de posible; cuadernos rayados con letras de niña sin saber que se iba a convertir en mujer.

Canciones, palabras, personas, recuerdos, dolor. Una marea brusca de nuevos sentimientos que creí reales, cuentos que daban indicios de lo que se puede llamar el principio del amor, pero con el tiempo ves que tan solo era aprensión a un mundo de desconocimientos, cosas desabridas, frías, sin aliento, llenas de vicios. Me preguntaba:  ¿Por qué no confiar en lo que no se puede ver? ¿Por qué no solo ser impulsiva si era lo único que conocía? ¿Por qué no solo dejar que me guíen mis sentidos? 

Fue increíble como pude llegar a concebir la vida y mi futuro dentro de alguien que no tenía la culpa. Amor a primera vista se creía, cuando fueron solo las primeras etapas de mi primer obsesión.

Las etapas se desarrollaron en mi rápidamente, conducidas obviamente por impulsos propios:

1- Creer querer:

    Solté todas mis energías en querer capturar, arrancar a alguien de su lugar y llevarlo conmigo para siempre y tener ansiedad en saber si me recordaba, si me pensaba.
Daban vueltas mil imágenes, palabras sobrias de lo que creí amor, un desconocimiento absoluto, carente de dolor. 
Gritaban canciones en mi interior que nunca en la vida pude escuchar con atención. No sabía distinguir entre los aleteos de una mariposa o un tsunami acercándose. 
Creí querer. Creí que tomar la mano y nunca soltarla era lo correcto, creí que tomarme a mi como lo más importante era lo que menos importaba.

2- Perseguir oportunidades:

    Me recuerdo corriendo por los pasillos vacíos de una monocromática institución fría, tan lejos y tan cerca a lo que yo nunca llegué a sentir. 
Desesperación por ver cuan cerca podía llegar cerca de ese agujero negro que se tragaba todo lo que podía llamarse "inocencia". 
Corrí y corrí, intentando perseguir lo que creí que iba a ser mi primera y última vez para sentirme fuera de un mundo que no quería aceptar; un mundo tan cálido y hermoso que me estaba ahogando. Necesitaba otra oportunidad para salir y darme cuenta que no era nada más que un simple charco de miedo 

3- Caer:

    Sentí una brisa al ver que la sinceridad era lo que nunca había deseado hasta ese entonces, que la verdad no era más que un llanto superficial. Miré al vacío de un día nublado esperando a que una gota caiga del cielo pero nunca pasó.
Veía sombras correr alrededor mío, nada más, perdí toda esperanza de poder ver con claridad a los intereses ajenos con solo mirar a los ojos. 
Pedí que me miraran a los ojos cuando nadie se atrevía, vi mentiras, vi niebla, desilusión, destrucción de mis ideales formados tal vez por un estereotipo implementado de lo que es el amor. Me vi caer, y me gustó, nunca supe que se podía salir. 


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⏰ Última actualización: Apr 10, 2016 ⏰

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