La nieve caía, acomodó su abrigo y maldijo entre dientes al ver todas aquellas luces en las calles que delataban el mes de diciembre. Todos pensaban que la nieve era linda, pero conforme los días pasaban el puto manto blanco causaba muchos problemas, como el hecho de que tuviera que quitar la nieve de su auto todos los días para poder usarlo por la mañana para ir a trabajar.
Odiaba esas fechas y todo era culpa de su ex, ambos habían terminado luego de una acalorada pelea en esas fechas luego de dos años de relación; Jongwoon era un idiota en toda la extensión de la palabra y el moreno no tenía una concepción muy distinta de él.
Consideraba navidad como una celebración que solo servía para comer, discutir con familiares y beber alcohol sin que te acusaran de ser un alcohólico.
El estúpido de Donghae lo había fastidiado y le había hecho jurar por la vida de su madre que asistiría a una ridícula fiesta navideña que haría en su hogar, ¿acaso no se merecía aunque fuera un descanso de sus molestias por una vez en el año? Al parecer el pez no contaba con un buen intelecto para entender que no quería asistir a su jodida fiestecilla y como si todo no pudiera empeorar más, lo hizo esa noche en la fiesta.
A la vida le encantaba joderle la existencia cada vez que podía.
Se había vestido con un pantalón de mezclilla oscuro, un suéter color crema y un gran saco color azul esa noche de navidad, no se molestó mucho en arreglarse realmente, no tenía ganas de asistir ni verle la cara a nadie, así que sus planes eran restregarle su presencia malhumorada en la cara al pez –para que no lo volviera a invitar- y quedarse en un rincón intentando terminarse la reserva de alcohol del mayor, así quizás el tiempo se iría más deprisa en esa maldita noche.
Todo había estado bien en lo que cabía cuando estaba parado afuera de la casa de Hae luego de llamar al timbre, pero aquel fastidio que sentía por asistir al ver al mayor abrirle la puerta, aumentó cuando vio a cierto pelinegro conversar al fondo con Eunhyuk o Hyukjae –el novio idiota de Donghae-.
Frunció el ceño y lo miró con molestia -¿qué hace él aquí?- honestamente no lo había visto desde que terminaron y no estaba en sus planes ver a su jodido ex en una puta fiesta a la que había sido obligado a asistir, al menos beber vino le quitaría el aburrimiento un tiempo, pero con Jongwoon en el lugar todos sus planes se fueron a la mierda en una noche ya de por si mala.
-¿Quién?-
-No te hagas el inocente, ¿qué hace aquí el imbécil de Jongwoon?-
-Es mi amigo también y puedo invitarlo si se me da la gana, los problemas que hayan tenido en el pasado son entre ustedes no con los demás-
-Me voy- dijo y el mayor le sujetó del brazo mientras fruncía el ceño.
-Te vas a quedar y vas a convivir como una persona normal. Te mataré Kyuhyun-ah, enserio lo haré si te largas, ¿acaso crees que no se que pasarás este día encerrado en tu casa como un ogro?-
-¡¿Y?! ¿Cuál es el puto problema si quiero hacerlo?-
Aunque no lo pareciera el pez podía ser alguien de temer cuando se enojaba y por ello ahora estaba ahí, sentado en un sillón guinda con mala cara y un poco de whisky en un vaso de cristal, enseguida de un maldito árbol navideño con luces de colores que parecía ser el vómito de un arcoíris de una pesadilla de un niño con sobredosis de azúcar.
Apostaba que Hyukjae había ayudado a Hae en su locura de "diseño".
Sintió un peso instalarse a su lado y como por si no fuera poco, lo vio, vio al jodido de Jongwoon sentado en la otra orilla del sillón, pero al menos agradeció que Ryeowook estuviera en medio de ambos.
"Espero que se vayan rápido" pensó y quizás sus plegarias fueron escuchadas o eso había creído hasta que observó que el único que se levantó fue el chico de cabellos castaños oscuros y aspecto delicado.
Tres...dos...uno...
Quizás fue coincidencia, pero ambos fruncieron el ceño, sonrieron con molestia y se maldijeron mentalmente cuando sus miradas se encontraron.
"Imbécil"
"Idiota"
-¿Qué haces aquí, Kyuhyun-shi? Pensé que estarías encerrado en tu "cueva" enajenándote con tus videojuegos como siempre- el castaño quiso golpearlo pero resistió.
-¿Y tú? Pensé que ya no sabías convivir con las personas por culpa de esas estúpidas tortugas con las que tanto hablas- se vengó, sabía que amaba a esas cosas feas.
-¡No son estúpidas!-
-¡Lo son!-
Ninguno se dio cuenta en que momento se alejaron de todo, en qué instantes sus puños volaron por el aire en la oscuridad del patio trasero, sintiendo como el frío les calaba y los copos de nieve se agitaban por su culpa. Uno a uno conectaron con el otro y fallaron otras tantas veces, hasta que ambos con el labio roto o una mejilla magullada y la ropa desarreglada se sentaron en uno de los dos escalones del piso del patio que estaba frente a la puerta trasera al sentir la ira apaciguarse.
-Golpeas bien- murmuró el pelinegro viendo lo que antes eran unos arbustos ahora parecer una pequeña pared blanca debido a la nieve, frente a su mirada.
-Tú igual- respondió sintiendo un pequeño ardor en la comisura de su labio y aunque no quiso hacerlo, le miró por el rabillo del ojo.
Odiaba a Jongwoon, pero en ocasiones todavía le extrañaba.
-¿Estás saliendo con aquel chico?- susurró por lo bajo, sin poder evitar sentir curiosidad.
-No, nunca salí con él- respondió y volteó a mirarlo, viendo la herida resaltar en su piel siempre blanca –lo siento, te golpeé muy fuerte- agregó al tiempo que tocaba su herida y Kyuhyun sonrió.
-No seas tan presumido hyung- y el silencio se instaló entre ambos, ¿cuánto había pasado desde que no le llamaba de esa manera? Y aunque no quería hacerlo, se dijo que debía decirle, así tal vez podría dejar las cosas en paz, olvidar todo y poder empezar de nuevo con alguien más -¿sabes?- murmuró mientras veía el horizonte que se dibujaba blanco –nunca quise hacerle eso al terrario de tus tortugas... es solo que estaba molesto, pero fue tu culpa en primer lugar, es solo que si tú hubieras...-
-Yo no fui el que negaba nuestra relación por si no lo recuerdas, ¿creíste que no me cansaría?- cuestionó el pelinegro.
Ambos habían tenido un romance apasionado y es que desde que se conocieron no pudieron ocultar que sentían atracción por el otro. Se habían conocido por Donghae en una salida y al final del día habían intercambiado números para quedar de verse otro día o bueno, lo habían pensado por que apenas los perdieron de vista, se fueron al departamento más cercano y lo que había comenzado como una pequeña travesura y un simple beso, terminó con ambos en la cama gimiendo el nombre del otro.
Su relación a pesar de iniciar de forma apresurada se convirtió en algo como lo de cualquier otra persona y luego de un año de salir, decidieron vivir juntos y es que ambos ya no eran unos niños, y quisieron intentar avanzar en su relación.
Kyuhyun tenía 27 y Jongwoon 28.
Todo había estado bien hasta el día de la fiesta en la compañía en que trabajaba el menor.
-Es solo que no estaba preparado para ser despedido o renunciar a mi trabajo- murmuró cabizbajo, atrayendo la atención del mayor quien volteó a verlo confundido.
-¿De qué hablas?- preguntó, era la primera vez que escuchaba aquello.
-Me refiero a que nuestros amigos, familia, tú... yo, para nosotros era normal la relación que teníamos pero temía que si alguien del trabajo se enterara se deshicieran de mi luego de esforzarme tanto por entrar ahí y aunque hubiera seguido y pudiera soportar los malos tratos si los había, terminaría cansándome y sabes que solo empeoraría las cosas...- se conocía y temía que si respondía lo botaran y que eso le complicara poder entrar a otro lugar a laborar.
-Nunca lo dijiste, pero...- ¿eso era lo que había sucedido entonces? Se preguntó y es que eso explicaría algunas cosas.
-Por eso había decidido decirlo durante la fiesta, porque me di cuenta que podía esforzarme de igual forma aunque comenzara desde cero...- "ya no me importaban los demás"
Jongwoon recordó entonces aquel día en que el menor le había dicho que se haría una fiesta en la compañía para celebrar uno de los contratos que habían logrado con otra compañía y recordó a Kyuhyun sonreír con cierta arrogancia al decir que había participado en ello. Le había parecido raro por que el castaño siempre evitaba ese tipo de cosas, además que Kyuhyun nunca le invitaba a cosas del trabajo y siempre le ponía excusas.
La relación siempre había sido buena, pero de un tiempo a otro habían tenido pequeños problemas, empezaba a dolerle que el menor negara frente a algunas personas que eran pareja y mencionara que eran amigos.
Lo odiaba.
-Pero nunca llegaste...- mencionó el castaño y el pelinegro pudo ver una vulnerabilidad que no había visto en el pasado, ni siquiera cuando iban a terminar.
No parecía el Kyuhyun de siempre.
-Nunca me invitabas a ese tipo de cosas, pensé que no te importaría, en especial si les decías a tus colegas que éramos amigos como siempre hacías-
-Y no te importó dejarme plantado mientras paseabas con él- respondió con reproche, recordando que no pudo evitar molestarse y sus celos afloraron, haciendo que le reclamara y empezara una discusión que rompió sus lazos.
-Te lo dije, Siwon-ah solo es un amigo y nunca ha dejado de serlo aunque eso no debo decírtelo cuando te lo repetí en el pasado-
Kyuhyun lo había visto con el menor conversando en la entrada del edificio de departamentos donde vivían y el menor le jaló apenas y el pelinegro se despidió de aquel sujeto sonriente.
-¿Así que me dejaste plantado por él?- preguntó apenas y cerró la puerta detrás de ellos y es que el mayor en verdad parecía disfrutar de todo lo que el otro le ofrecía con solo un vistazo.
-Nunca te importó que no me presentara-
-Claro que si...-
-¡Se honesto por una vez!- gruñó -¿por qué solo soy tu novio cuando quieres? ¿Acaso las relaciones funcionan así?-
-¿Así que estabas jugando a ser solo un "amigo" mientras estabas con ese idiota?- preguntó con molestia.
-Él no tiene nada que ver en esto-
-Claro que lo tiene si estabas paseando con él mientras yo me quedaba como un estúpido esperando a que mí novio fuera a celebrar conmigo por una vez, me rompí la espalda con ese trabajo ¿y ni siquiera pudiste ir a verme y conocer a mi jefe?-
-¿Ahora si puedo conocerlo?- preguntó con sarcasmo.
-Lo siento, olvidaba que estabas muy ocupado ligando con alguien a mis espaldas para recordar que te pedí verme-
La discusión solo empeoró, uno a uno los insultos fueron lanzados buscando herir más al contrario.
-¡Esto es lo que pienso de tus malditos juegos infantiles!- Kyuhyun sintió la ira hervir al ver aquellas cosas caer al suelo.
-¿Ah si? Yo pienso esto de tu estúpido terrario- la tierra, plantitas y cristal se desperdigaron por el suelo y Jongwoon abrió los ojos de forma desmesurada aunque agradecía internamente haber sacado a sus hijas para que pasearan o no sabía qué habría sucedido-
-Eres un maldito imbécil, nadie dijo que podías tocarlo-
-Pues ya somos dos, tú tampoco debiste hacer eso, apuesto que Siwon no lo hubiera hecho, ¿cierto?-
-Tal vez estaría mejor con él-
-Probablemente, yo no quiero salir con un maldito infiel-
-Y yo no quiero estar con alguien tan inseguro que tiene que lamerle las botas a su puto jefe-
Maldiciones fueron dichas, una puerta se azotó y un joven castaño se quedó en medio del caos de la ruptura de una relación que siempre había parecido estable.
-Deberíamos entrar, Donghae-ah probablemente nos esté buscando- murmuró el pelinegro al ver que el menor se había perdido en sus pensamientos, aunque admitía que el también parecía tener mucho en qué pensar luego de esa extraña primera conversación luego de que terminaran.
Kyuhyun se levantó sin decir palabra, entrando detrás del más bajo, pero en un impulso al ver que se alejaba solo pudo sujetarle del brazo para evitarlo. El moreno se había girado a verlo al sentir aquel agarre, pero antes de que pudiera hablar, los labios del menor tocaron los suyos –lo siento...- susurró sobre sus labios y sus brazos rodearon a Jongwoon –lo siento hyung- y el pelinegro no supo qué decir en ese momento mientras aquel calor tan familiar volvía a sus recuerdos –fue mi culpa, yo destruí nuestra relación por una tontería- escuchó a su lado y sintió el cuerpo del menor estremecerse, como si hubiera requerido de un esfuerzo sobrehumano soltar aquello.
El menor se dio cuenta mientras hablaban o quizás siempre lo supo pero le costaba aceptarlo, aceptar que perdió al mayor por una estupidez, que fue infantil de su parte reclamarle por algo que sabía que Jongwoon nunca haría y que nunca notó la forma en que lo lastimaba en ese tiempo.
-Perdón... yo también lo arruiné- confesó apresando el cuerpo del más alto con sus brazos, buscando sentirle más cerca como antes y es que el tampoco hizo nada para evitar que las cosas se calmaran sino que siguió aquel juego destructivo que había iniciado entre ambos –...siento haberte golpeado tan fuerte- agregó recordando eso último y Kyuhyun dibujó una pequeña sonrisa, Jongwoon seguía siendo el mismo sujeto extraño que salía con algo fuera de lugar en el momento menos indicado.
Se escucharon varias voces, el repicar del cristal y un brindis que no supieron entender, al parecer los demás iban a comenzar a cenar, pero ninguno deseaba estar ahí -¿deberíamos...?- pronunció el pelinegro al ver los ojos marrones mostrar un brillo que no había vuelto a ver después de aquel día en que los dos fueron unos completos idiotas.
-Como aquella...-
-Ocasión y robar una...-
-¿Botella de vino a Donghae hyung?- completó, ambos seguían conociéndose demasiado para su gusto.
El calor hogareño poco a poco abandonó sus cuerpos y las luces parpadeantes comenzaron a difuminarse conforme la distancia se incrementaba. El aliento se dibujaba en la oscuridad mientras los copos se movían danzantes y una sonrisa genuina adornó sus labios mientras una mano sujetaba a la otra para no dejarle atrás, para evitar que huyera si la idea llegaba a presentarse como una posibilidad.
Huyeron como un par de chiquillos como la primera vez en que conocieron la presencia del otro, escaparon de las miradas ajenas y se convencieron de que era una buena idea el hecho de correr como si no hubiera un mañana en el clima frío, como si alguien les pudiera detener y frenar sus pensamientos atolondrados, como si fuera lo único que importara.
Un poste con una lámpara redonda en la parte superior apenas brindaba la luz suficiente en aquella oscuridad infinita y permitía que los pequeños puntitos blancos se dibujaran por momentos mientras estaban sentados en una banca metálica oscura cerca de un parque que les hizo estremecer al igual que las brisas.
El corchó salió con un pequeño sonido, una copa se agitó y un pequeño camino oscuro se dibujó en la nieve reposando cerca de sus pies; sonrió –tus manos son pequeñas hyung, no están hechas para servir vino- dijo mientras apartaba la botella de sus manos, rozando su piel apenas cálida al estar expuesta al clima.
-¿Y para qué están hechas según tú?- cuestionó antes de sorber un poco de aquel color oscuro brillante mientras el menor encajaba la botella entre la nieve sin importarle si el frío le dañaba.
-Para estar entre las mías...- susurró y el corazón de Jongwoon se agitó como antaño, como en aquellos extraños momentos donde Kyuhyun hacía derretir su corazón solo con unas palabras.
Cerca, un poco más cerca y sus labios encontraron los del castaño.
No le importó realmente qué sucedía con el cristal que había dejado escapar de sus manos y creía que había empapado parte de la manga de su abrigo, solo sujetó la cara del menor por las mejillas, sintiéndole estremecer por la temperatura de sus dedos.
Kyuhyun sonrió como no hacía desde hace mucho cuando el beso se rompió y se dejó capturar nuevamente por aquellos ojos negros que le hicieron perderse a si mismo en el pasado. Sintió un ligero golpe que hizo que sus cabellos se desperdigaran y sonrió antes de inclinarse sobre el mayor, dejándole quieto repentinamente –hyung, prométeme que no dejarás que permita que el amor de mi vida escape de nuevo... no de nuevo- y antes de que pudiera responder unos labios se unieron a los suyos y un cuerpo le cobijó en la luz tenue de aquella soledad.
También le extrañaba, quizás más de lo que aceptó en alguna ocasión y tal vez tomaron el camino equivocado porque creyeron que sería más sencillo, pero en ese momento dejó de importarle algo que ya había sucedido. Palabras habían sido dichas, acciones se habían manifestado al igual que una parte de si mismos que no conocían y sabían que permanecerían ahí, que se guardarían en un rincón de su memoria para que les recordaran, pero podría ser que no fuera tan malo, que tuviera un lado positivo a pesar de que demostrara lo contrario, aquel vago recuerdo sería como su pequeña alarma, como su pequeña campanilla que les recordaría nunca volver a repetirlo para sufrir por un amor que todavía sentían y que habían dejado ir sin esforzarse por recuperarlo cuando pudieron en su momento, pero siempre era mejor tarde que nunca o ¿no?
-Lo prometo- susurró, uniendo nuevamente su vida a su viejo amor, uno que no había podido olvidar a pesar del tiempo transcurrido.
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Una noche de navidad {KyuSung/YeHyun}
FanfictionLas cosas no siempre eran felices en esas fechas o ¿si? Publicado el: 15/12/2015