Capítulo 12

5.1K 526 19
                                    

Entrelazo las manos sobre mi abdomen mientras miro las estrellas, Harry hace lo mismo que yo, no nos movemos, no hacemos otra cosa que no sea pensar en silencio. Puedo escuchar su respiración aún agitada y dificultosa que tras un tiempo vuelve a la normalidad, giro mi cabeza sólo para verlo, está bañado en sudor y tiene las mejillas rosadas del calor que provocó el trabajo pesado de cavar la tierra.

Me quedo así por varios minutos, hasta que la respiración de Harry es normal y me levanto, le extiendo mi mano y él la acepta, lo ayudo a ponerse de pie y se me queda mirando unos instantes antes de fruncir el ceño y tomar entre sus dedos mi camisa del trabajo jalándola un poco.

—Está manchada de sangre, igual que tus jeans —me señala las grandes manchas—. Compré ropa extra para ambos, ve y cámbiate. Cuando termines trae la ropa.

Hago caso a lo que me dice y tomo la bolsa, saco de ahí un vestido sencillo color azul marino con rayas blancas y me voy a cambiar a la camioneta, cierro la puerta y dentro extiendo el vestido, a pesar de ser sencillo, es realmente lindo, las líneas blancas son horizontales y el cuello es redondo; me cambio rápidamente y hago bolita mis jeans y mi camisa del trabajo, el vestido se ciñe perfectamente a mi cuerpo a excepción de la parte de abajo que es mas bien como una falda ondulada.

Bajo del auto y la fría temperatura del ambiente me eriza la piel, me pongo los tenis que traía puestos y tomo la ropa sucia, giro para buscar a Harry con la mirada, cuando lo encuentro está a medio vestirse, está abrochándose los jeans de corte recto color negro que compró y está desnudo completamente del torso, provoca una sensación extraña en mí, sé que no tengo que estar observándolo, porque de cierta manera es incorrecto, pero no quiero dejar de hacerlo, lucen tan... bien.

Está de espaldas a mí por lo que no puede verme, por suerte, porque si me hallara espiándolo apostaría a que se burlaría de mí y me moriría de vergüenza o tal vez incluso se molestaría, pero no lo culparía porque si fuera al revés yo haría lo mismo. Su firme espalda se marca cuando recoge su cinturón del suelo y se lo pone, después se pone una camiseta por encima de los hombros que le va chica y ajustada y se sienta en una piedra a ponerse sus tan ahora arruinadas botas.

Es entonces, cuando terminó de vestirse que me atrevo a acercarme a darle mi ropa, está empezando a amanecer, no falta mucho para ver salir el sol.

—Aquí está la ropa ¿Qué vas a hacer con ella? —gira para verme y me observa detenidamente de pies a cabeza. Hay un atisbo de emoción en su rostro que no logro descifrar, pero no me atrevería a tomar una conclusión. Toma las prendas de mis manos y las echa en el montón junto con las de él, luego enciende el mechero y las quema. Vemos el fuego arder poco a poco consumiendo la ropa hasta que prácticamente se apaga quedando sólo cenizas, me abrazo a mi misma y después voy por la alfombra y el trofeo al auto.

—Falta esto —anuncio. Él vuelve al auto y trae algo de gasolina consigo, empapa la alfombra con el líquido y la prende en fuego también.

—Limpia el trofeo con esa franela y después quémala también —se lava las manos con un poco de agua embotellada. La sangre ya seca empapa la estrella superior del trofeo, me revuelve el estómago no poder limpiarla con la franela, quedan rastros sumamente notorios en ella, sólo esparcí más la sangre, sólo lo manché aún más. Tomo el galón de gasolina y mojo la franela en su totalidad, vuelvo a pasar el trapo con lentitud y lo limpio a profundidad está vez. Dejo el trofeo en el suelo y después prendo en fuego la franela.

Caminamos hasta el risco que está cerca, enfrente del mar. Y vemos justamente cómo empieza a asomarse el sol por el horizonte. Es sencillamente hermosa la vista a pesar del frío que sume el ambiente.

—Arrójalo, es bastante pesado como para hundirse en el mar —dice y yo lo arrojo lo más lejos que puedo—. Encontraremos un motel por ahí, vámonos.

El Ángel De La Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora