CAPITULO 1

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SonOfTheDead

Dicen que todo pasa por algo. Dicen los expertos de la vida que todo tiene un principio, y todo tiene un final. ¿Y qué hay después del final? Y... ¿que es lo que pasa cuando la relación con alguien a quien amas y amaste con todo tu corazón, con todo lo que podrías amar, luchando por el y partiéndote los diente cada segundo porque los suyos sonrieran, se va? Sólo alguien que lo ha pasado puede decírtelo. Hay miedo. Es ese miedo el que te hunde. Miedo a perder a quien más quieres, lo que más quieres. Miedo a que tu vida cambie. Miedo. Y sí, tengo miedo. Tengo miedo de todas esas cosas y de alguna más, como del hecho de no poder encontrar nunca más a alguien que me vuelva a querer así, o tal vez todo fue mentira y nadie me llegó a querer así, nunca. Y sí, sólo soy un niño asustado, intentando encontrar el interruptor de la luz de su habitación, intentando que alguien le saque de una pesadilla que él nunca quiso tener. Soy lágrimas, soy lamentos, soy rabia, furia y dolor. Pero sigo siendo yo. Recuerdo un poema que decía que cada amor te mata y es la ilusión de un nuevo amor lo que te hace revivir; y que por eso, si no has muerto y revivido al menos siete veces en vida, es como si no hubieses vivido. Y cuando pasas el miedo, cuando pasas todo, te das cuenta de que cuando estás arriba te toca caer, y posteriormente será turno de levantarte, sacudirte el polvo, mirar al frente y prepararte por si vuelves a flaquear. Y, bueno, en resumidas cuentas, como decía Mago de Oz, la vida es eso: caer, levantarse, insistir y aprender. Si estás abajo será para poder subir, así que venga, vamos, arriba. Fuera miedos,lágrimas,rabia y frustración. Se acabaron esas cosas. Porque cuando superas el final te das cuenta de que es el primer día del resto de tu vida. De una vida que tal vez esté plagada de recuerdos. Recuerdos bonitos, malos, y regulares, pero recuerdos. Alguien me dijo una vez: tienes que andar sin mirar atrás porque te tropezarás con lo que tienes delante. Pero es que se te hace difícil. Te despiertas empapado en el sudor frío que ha provocado esa pesadilla, buscando a alguien, pero claro, ese alguien ya no está. Por no hablar de que será de los besos, los abrazos, los mordisquitos y los te quiero. Que no sabes a quién decirle buenos días cada mañana y desearle dulces sueños cada noche. Que pierdes la razón, el motivo de sonrisas, de madrugar. Pero tienes que recordar, que aún que lo parezca, no todo es amor. Siempre hay otro tipo de personas, dispuestas a dejarse los huevos y el alma en hacerte sonreír cuando estas triste. En llenarte la copa cuando ves el vaso medio vacío, en quitarle las balas a una pistola para que, si te disparas, lo único que consigas sea parecer idiota. Los que te agarran el pie cuando estas apuntó de caer, por los que merece la pena luchar. Y si, los amigos, hermanos, como quieras llamarles, son los que merecen la pena, los llantos, las risas y las ilusiones, por que ellos entran y se quedan, cuando otras se van.

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SonOfTheDead me ha cedido este texto para publicarlo en mi novela.

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