Hay amores inclementes, que soportan las tormentas más terribles y los húracanes más poderosos, que dejan destrucción y vacio pero que sigue firme como un árbol añejo. Hay amores que protegen instantes antes de la muerte y perduran por la eternidad, etereos y perfectos guiando y cuidando al ser amado. Hay amores turbulentos, que van y vienen como las olas del mar; pero que se mantienen constantes incluso con el correr de los siglos. Y hay amores tambien, que comienzan como un suspiro y terminan como otro, sin dejar huella o ceniza prueba de su existencia.
Hermione sabia que el amor de la madre de Harry era un amor eterno; que el amor de Ron por ella o Lavender eran como los suspiros. Pero tambien sabia que su amor por y con Draco, era un amor inclemente; que era lo suficientemente fuerte para soportar penurias y tragedias, que si se resquebrajaba alguno, el otro cederia su apoyo cayendo juntos al vacio.
La habian pasado mal; habian tenido ambos un pasado doloroso, una como victima y el otro como victimario, habian pasado por la desesperación de saber al otro perdido, y habian sentido la misma euforia cuando sus ojos se reencontraron. Y ahora eran eternos. Ahora vivian los momentos más dulces que la amargura de la vida les permitia. Habian enfrentado muchos obstaculos, y por fin podian respirar con tranquilidad. Pero no se fiaban, no iban a dar jamás por sentado lo que tenian, pues ambos habian comprendido que lo que se gana sin valorarlo se pierde igual de rapido que ha llegado.
Habian transcurrido 4 meses desde que ella fue encontrada. Los mismos cuatro meses que tardaron en sanarse las heridas que se abrieron cuando fue secuestrada. Y no habia sido nada sencillo, pues el dolor, la desesperación y el miedo la sentian cada vez que estaban separados. Pero los reencuentros, los aliviaban, los hacian respirar nuevamente sintiendose ambos completos.
Draco habia sido llevado a juicio por matar a un muggle. Pero dado el testimonio de Harry como testigo presencial y de todos sus amigos que estaban al tanto del secuestro; redujeron la pena inicial de perpetua a un año sin poder utilizar magia y la entrega de parte de su patrimonio monetario para la familia del fallecido. En este ultimo punto, todos estaban en desacuerdo. Pero se ahorraron las quejas consolandose con el hecho de que Draco era libre y Matthews no volveria a tocar a una mujer en su vida. El dia del juicio habia quedado grabado para siempre en la memoria de Draco; pues contra su consejo y pedido, Hermione se habia sentado en el estrado y habia declarado todo lo que habia vivido desde el secuestro. Habia contado, con la voz rota y las lágrimas bajando por sus mejillas como Matthews la habia tocado, los golpes que habia recibido. Ella le habia dicho que debia hacerlo, que no era solo por ayudarlo a él, si no para cerrar ese capitulo de una vez y por todas.
Pero aquello era pasado. Todos habian acordado dejar aquella experiencia como un mal trago, nadie hablaba de ello, y ella lo agradecia; pues ella aún tenia pesadillas donde sentia las manos de Matthews apretando su piel, y se despertaba llorando y gritando pidiendo que la dejara. Para encontrarse con la mirada llena de dolor de Draco a su lado, acariciando su vientre abultado.
Habian aplazado los planes de boda hasta que su hijo naciera; sentian de algun modo, que un papel no cambiaria el amor que sentian el uno por el otro. Ya no habia besos apasionados, ni caricias nocturnas, el contacto fisico de ellos se habia reducido al apoyo sentimental. Esa herida aún no cerraba para ella y Draco era paciente, porque la amaba.
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Ese fin de semana habian quedado en almorzar con Luna y Theo en la mansión del matrimonio. El embarazo ahora notable, le daba a Luna un aspecto encantador. Su cuerpo menudo contrastaba con el abultado vientre que portaba.
-¿Mis pies estan ahi verdad? - le pregunto la rubia a la castaña mientras Theo y Draco charlaban en el despacho del señor Nott.
-Si, Luna... tus pies siguen ahi- le respondio cansada Hermione, era la decima vez que le preguntaba aquello en lo que iba del dia.
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30 escalones al Paraiso
RomanceHermione abandona el mundo magico despues de la guerra para buscar a sus padres; lamentablemente llega tarde y se aleja completamente del mundo magico. Estudia y trabaja en la ciudad de Vancouver donde vivian sus padres. Pero una noche, en su trabaj...