El chico de Ravenswood (Yaoi Crackfic-Crossover) (Editando)

Mi Camino a Rosewood

Mi nombre es Chris Agarnof, vengo de Ravenswood, Pensylvania. Una lúgubre localidad en las cercanías de Rosewood, se podría decir su contraparte. La verdad es como si con sus nombres fueran mas que polos opuestos. Hay que leer las historias de nuestros antepasados norteamericanos para entender el porqué, es una historia llena de sorpresas y rompecabezas que encajan y que aun faltan por encajar.

La razón por la que me mudé, fue por que sentía que necesitaba expandir mis horizontes y reinventarme de alguna forma. Sí, debo decir que estaba ya un poco harto de vivir en el mismo lugar todo el tiempo, necesitaba algo nuevo. La verdad es que me estaba llenando de entidades que necesitaba soltar. Sí, no bromeo, se a qué me refiero. Siento que Ravenswood tiene mucho que contar, por que su pasado no es de un color muy alegre. Mis padres estuvieron de acuerdo y me apoyaron cuando les dije que necesitaba irme. Pensaron que era que estaba despechado o algo por estilo, pero cuando les canté una canción de Julieta Venegas me entendieron.

"No quisiera detener esta oleada que me lleva

a dónde, adónde no lo sé, sólo me muevo con ella.

Y nadie ahí me conocerá, y a nadie ahí reconoceré

pero no tengo miedo.

No quisiera detener

esta oleada que me lleva.

Y todo lo que ya viví, lo sigo cargando.

lo llevo muy dentro de mí nunca lo he olvidado,

lo siento tan cerca de aquí

lo llevo muy dentro de mí

Voy en busca de un lugar, en este mundo abierto

donde me pueda yo quedar, para empezar de nuevo.

Y nadie ahí me conocerá, y a nadie ahí reconoceré

pero no tengo miedo.

No quisiera detener

esta oleada que me lleva.

Y todo lo que ya viví, lo sigo cargando.

lo llevo muy dentro de mí nunca lo he olvidado,

lo siento tan cerca de aquí

lo llevo muy dentro de mí."

Así es, lo llevo muy dentro de mí y nunca lo he olvidado y lo siento tan cerca de aquí. Se trata de mi origen. Esto soy yo, un chico de un suburbio cercano a Rosewood que quiere expandir sus horizontes. La verdad mudarme a Rosewood no es la gran cosa, la distancia no es verdaderamente significativa, pero al menos me ayudará a reinventarme de la manera que quiero, aunque me cueste, también teniendo en cuenta que se me abren mas las puertas en Rosewood que en mi suburbio natal. La razón de esto, es que créanme, las puertas de los habitantes de mi pueblo se abren para los que salen, de resto, parece que hubiera alguna fuerza misteriosa que quisiera encadenarlos para quedarse allí, por que una vez que se gradúan de una universidad fuera de la localidad, vuelven al pueblo como si un imán los atrajera. Sí, nuestros antepasados, nuestra historia, nuestro origen, nos impulsan a volver. Y lo sé por que lo percibo. La mayoría de los habitantes de mi pueblo tenemos desarrollado el sexto sentido.

Entonaba la canción de Julieta Venegas en la camioneta. Mi chófer se estacionó al frente de la casa de mi amiga Haruhí, una asiática que conocí en una feria de libros. La chica era muy alocada y extrovertida. Intercambiamos nuestros gustos por los libros congeniamos al instante. La familia Suzumiya me acogió en su mansión, y prometió acomodarme en la habitación de huéspedes mientras me adaptaba a Rosewood y lograba encaminarme por mí solo. El apellido Agarnof era uno muy renombrado desde Ravenswood, mis padres hacían presentaciones empresariales y asistían a congresos en Rosewood. Por lo tanto, los Suzumiya expresaron un interés en acoger a un niño adinerado de Ravenswood. Durante todo el trayecto pude mirar las calles de Rosewood. Era distinto, habían mansiones que iban desde estilos victorianos hasta pos -modernos, y los jardines eran coloridos, todo era hermoso. Cuando salí de la camioneta pude respirar un aire distinto, y pude mirar hacia el cielo y ver que tenía una tonalidad distinta, era soleado y el olor también era distinto, la brisa, todo. Cuando vi salir a mi amiga Haruhí de su mansión, un destello de emoción salio de ambos. Corrimos y nos abrazamos al instante. Los padres de Haruhí y su hermana salieron de la misma.