"Varados"

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 – ¿Estás seguro que lo puedes manejar? – la pelirroja pregunta, desde el asiento del acompañante.Ben suspira mientras observa una vez más el capó levantado del automóvil, tratando de analizar cuál era el problema.

Luego de todo el asunto de Jennifer Nocturne, emprendieron el viaje de vuelta a Bellwood. Ni siquiera habían transitado un kilómetro cuando su automóvil dejó de responder y se quedóvarado en medio de la carretera.

Gwen se baja del automóvil y se acerca a su primo. Su mano tocaba su hombro, donde estaba herida. La tela de su sweater estaba rasgada, y su mejilla tenía un raspón que la tornabade un color rojizo. Seguramente al día siguiente tendría moretones.

–Parece que se averió – suspira Ben – tendremos que buscar otra forma de volver.

–Puedo hacer un hechizo de teletransportacion – propone la pelirroja.

–No, eso te deja débil y estás herida – él descarta la idea, pensando en otra cosa.

Gwen, por su parte, se queda observándolo. Cuando niños, Ben siempre la molestaba y aprovechaba cualquier situación para hacerle bromas. A pesar de sus discusiones constantes, élno dudaba en protegerla cuando estaba en peligro. Ahora, le parecía increíble cuánto había madurado.

–Finalmente – exclama Ben al observar cómo podía utilizar su omnitrix nuevamente. Rápidamente lo acciona, transformándose – ¡Jetray!

Ben aprovecha el tiempo y no duda en volar. No logra separarse ni siquiera dos metros del suelo, cuando el dolor en su brazo le obliga a tocar nuevamente la carretera.

– ¿Estás bien? – pregunta su prima, preocupada.

La luz verde ilumina la noche y el joven Tennyson regresa a su forma humana.

–No puedo volar, mi brazo me lo impide – suspira mientras el dolor había aumentado.La muchacha camina hasta el automóvil y toma su pequeño bolso.

 –Mi celular no tiene batería – suspira tomando el aparato en su mano – y perdí mi insignia en la pelea.–Creo que sólo resta caminar hasta encontrar un pueblo cerca – Ben dice y su prima asiente.Ambos abandonan el automóvil, y comienzan su viaje.


La pelirroja camina observando sus pies. Una gota de agua, cayendo sobre el pavimento la hace detenerse. Inmediatamente, comienza a llover a cántaros.

– ¡Lo único que nos faltaba! – Gwen gruñe mientras camina más rápido.


La puerta de madera se abrió, no sin antes soltar un pequeño chirrido. Ambos jóvenes entraron al pequeño cuarto que habían logrado rentar. Encontraron un pueblo algo rústico, luegode estar durante cuarenta minutos caminando bajo la lluvia.Ben cerró la puerta y encendió la luz. Solamente había una cama, para una persona. La secretaria en la recepción les había advertido que era la única habitación disponible, pero no lesimportó.

Las pequeñas gotas de agua escaparon de sus prendas, cayendo en el suelo de madera.Ben toma las únicas dos sillas del cuarto y las acerca al pequeño aparato de calefacción. Se saca su chaqueta y la escurre, antes de ponerla a secar.

Gwen, por su parte, se saca suszapatos y los deja a un costado.

–La secretaria fue muy amable al prestarnos dos toallas y este camisón – sonríe mientras tomaba la prenda de color blanco, junto con la toalla.

Se saca su sweater rojo y Ben puede observar su camisa blanca levantarse, dejando al descubierto su piel.

–Voltea – ordena a su primo, para poder cambiarse tranquila.

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⏰ Última actualización: Apr 11, 2016 ⏰

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