My Last Mission

Torn

El sentía que su vida era un desastre completo cuando presenció aquel suicidio, esa chica que ya no quería ni dirigirle la palabra cayendo trece pisos directo a su muerte. Su vestido negro ondeaba tan rápido que no podía ni aferrarse a la mínima idea de que este se abriría como un paracaídas y que mágicamente  ella pueda sobrevivir. No hubo tiempo, ella era un ángel cayendo del cielo, pero sin alas que la volviesen a subir.

Los gritos de la gente que pasaba por ahí, la sangre de Allison en la calle como si no tuviese la más mínima importancia. Su vestido negro sucio. Oh pero si ella odiaba ensuciarse. Madres tapándoles los ojos a sus hijos para que no vean el cadáver desfigurado, pero no sabían que ella era digna de verse incluso muerta, aquella chica pálida de manos frías tenia más derecho a vivir que muchas personas crueles que habitan en el mundo.

Él no pudo ni acercarse, pero podía ver su cuerpo perfectamente desde su lugar. Se puso a preguntarse mientras se rasguñaba el brazo por que no pudo suponerlo, por que no la detuvo, por que  no se puso abajo a gritar que siempre la amó? Le agobiaba el pensamiento de que ya era tarde. No se podía volver el tiempo atrás. 

Se puso de rodillas en la acera y con las manos cubriendo su cara comenzó a llorar, no lloraba desde su ruptura con Allison. Las lagrimas tibias no lograban consolarlo. Y su corazón se partió en pedazos en ese momento.

La ambulancia y los medios no tardaron en llegar. Cubrieron el cadáver de Allison y se la llevaron como si hubiese posibilidad de salvarla. Pero no quedaba nada de ella mas que su frió cadáver.

Se puso a pensar en muchas cosas, como que nada volvería a ser lo mismo. Del vacío que se sentiría. Era horrible intentar pensar que no se fue y solo se durmió un rato. Era horrible intentar simular que siguiera allí.

Nunca le gustaron los funerales. Suponía que a nadie le gustan pero no podía terminar de entender porque se hacia lo que se hacia.Besar el cadáver como si el alma de esa persona siguiese ahí, comprar flores como si las necesitase para la vida eterna.

Por su parte, no quiso llorar en el funeral.Muchos se atrevieron a llamarlo insensible pero era solo que nunca le había gustado que la gente lo viera llorar.No quiso ver como la tierra iba cayendo en su ataúd y cada vez se veía menos.Se odiaba con cada parte de su corazón. Sus ganas de que todo fuese una pesadilla eran enormes y sus frías manos no dejaban de tironearle el pelo como si fuese todo su culpa. Tal vez nunca volvería a ser el mismo, no sentía la capacidad para superar este tipo de cosas.

Como si alguna vez haya podido superar algo sin cortes en sus muñecas...