Capítulo 7

850 31 4
                                    

Se que puede que no sea tan largo como me habeis pedido pero este fin de semana no podré subir porque tengo actuaciones y queria subirlo antes. Es bastante movidito así que espero que os guste. Si os gusta o no, comentarmelo, cualquier fallo, sugerencia escucho. Muchas gracias por leerme, lo vuelvo a decir no os podeis imaginar lo feliz que me haceis.

Quedé de piedra, ¿Había hecho algo mal? Me bajé de la encimera arreglé un poco mi pelo y acomodé el camisón de estar por casa. No había escuchado la puerta así que intuí que todavía estaba en casa. Fuí hacía el salón, lo vi en el sofá, con las manos en la cabeza y preocupado.

-          ¿He hecho mal? – me senté a su lado.

-          No, tú eres perfecta. – no entendía nada. Decidí no decir nada más, no quería preguntar, estaba demasiado desorientada.

-          Me tengo que ir. - ¿¡Cómo!? Joder, ¡Qué coño pasaba! Era una mezcla de emociones, enfadada por que se iba como un cobarde sin explicarme nada y culpable porque yo creía que era mi culpa.

-          Vale. – salió mi orgullo, Sandro me miró extrañado. Aun así recogió sus cosas y se fué por la puerta.

Me sentía impotente, y no sé porque pero le tenía rabia, mucha rabia. Porque tenía que haber sobrepasado la línea de solo sexo con este hombre, o tal vez él solo me buscaba para eso, no, no quería ni pensarlo. ¡Joder! Le llamaba, o no, le preguntaba, o no, estaba echa un lio así que me fui a la cama y dormí, la única solución para no pensar.

Los siguientes días fueron pasando igual, sin noticias de Sandro, con la misma rutina en la empresa y solo un día fue diferente porque quede con Wendy y me ayudó un poco, le expliqué toda la situación y se sorprendió ya que desde Justin no había habido ningún chico en mi vida.

Me alegró un poco Wendy, la verdad que la echaba de menos, con Carolina no volví a hablar, no estaba enfadada pero no tenía ganas.

Llevaba tres días mirando el teléfono como una obsesionada deseando que me llamará, al menos para darme una explicación, pero no había ni rastro de él, estaba muy enfadada, y no lo llamaría la Megan orgullosa salía pisando fuerte.

-          Srt. Rich tiene una visita. – el corazón se me aceleró, deseaba que fuera él.

-          Dígale que pasé, por favor. – me arreglé un poco reflejada en la pantalla de mi ordenador.

-          Buenas tardes, srt. Rich. – levanté la mirada y quedé congelada.

-          ¿Clark?

-          El mismo. – sonrió.

-          ¿Qué haces aquí? – todo esto era súper extraño.

-          Nada, pasaba por aquí y bueno me apetecía verte. – sonreí, se me había olvidado como hacerlo.

-          Siéntate por favor, me vendrá bien un poco de distracción. – hizo un sensual movimiento se acomodó y luego posó su pie izquierdo en la rodilla derecha, era sexy.

-          ¿Y qué tal todo por aquí?

-          Pues mira, igual, aburrido, la rutina, suerte que mañana se acaba todo esto y empiezo mis vacaciones, mis deseadas vacaciones de semana y media, aún que tal vez las alargue.

-          Uhm... Interesante, yo ya las he empezado, bueno llevo un mes, necesito desconectar, es un martirio estar allí dentro cada día haciendo cada día lo mismo, pf.

AMARGAMENTE DULCEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora