Bebedor de lagrimas

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Un amor eterno. Un destino oscuro.

Capitulo 1

«¿por que vivís en el fuego que no cesa?»

Adela es joven no cabe duda, pero no es eso lo que quiere ser.

Los olmos de Carwell tienen doscientos años, Adela apenas dieciocho , aveces las leyendas protegen a las mujeres mas jóvenes , aveces las destruyen; Adela esta mas que dispuesta a arriesgarse. Dicen que en Carnwell hay palomas negras, pero nadie ha vivido para verlas y luego contarlo. Dicen que en Carnwell las paloma negras llevan el nombre de la muerte. Dicen de que hasta los cuervos las temen. La universidad de Carnwell esta llena de leyendas que nadie cree, pero que en otro tiempo fueron importantes y sin ellas esa universidad no sería muy diferente de cualquier otra en cualquier rincón del mundo.
Creer o no creer es cosa de cada cual , al menos hasta que el pasado no se atreva a levantar su espada contra el presente. O hasta que las palomas negras se acerquen...
El primer día de nuevo curso en la universidad de Carnwell, se ignorasen o no las leyendas, tenían sus propias tradiciones y no era desde luego parecido a ningún otro día en la vida de una chica, sobre todo en la vida de una chica de pueblo pequeño como Adela

La primera experiencia en solitario,lejos ya de la sofocante manta familiar cosida con cariño y retazos arrancados do conservados como una oportunidad única para empezar a conocerse y darse a conocer. En la vieja Nueva Augusta , Misisipi, y donde habia nacido y donde Adela había pasado lo que a ella le parecía una eternidad, apenas podía una adolescente saber nada de si misma, talbera el peso de la mirada de los demas. Nadie en la vieja Nueva Ausgusta tenia verdaderamente una aventura propia mas allá de lo que se esperaba o ya se sabia de ellos y sua ancestros, mas allá de la tradición y la conducta imaginada que se extendía sobre cada cual como una condena que impregnaba a la vez el pasado y el futuro. Al entrar en la cafetería saltaba la chapa se su refresco de costumbre, Doctor Pepper Light; al caminar distraída por el centro comercial, las vendedoras intuitivamente , recordaban su talla exacta. En Nueva Augusta no habia nada sorprendente .
Adela, como las chicas de su edad, lo tenían todo asegurado en esta tierra, un pasado conocido y un futuro preconcebido. Lo que no podía encontrar cerca de su casa y a pesar de su entusiasmo era un presente , un tiempo propio.
La vida en Nueva Augusta podía ser cualquier cosa menor nueva. Todo se repetía , por encima de la imprecisa voluntad de sus mas jóvenes habitantes. En Nueva Augusta tampoco había nada mágico, inquietante o fabuloso: sobrevivir al aburrimiento era ya un pequeño milagro. La población de Nueva Augusta había descendido desde sus gloriosos dos mil ciudadanos en la década pasada, hasta los actuales seiscientos noventa pueblerinos , seiscientos ochenta y nueve ahora que Adela se había largado de este diminuto infierno.
Adela soño siempre con estar algún día fuera de Nueva Augusta, en otro mundo, entre otra gente.
Ese día por fin había llegado. La universidad, con su campus a la inglesa, sus explanadas de hierba,sus mil y un olmos, sus pistas de atletismo , cumplía todo lo que había imaginado mirando el folleto y no podía ni quería pedir más
Sintió que un espíritu distinto se adueñaba de ella nada mas bajar de ferry, y al caminar junto a las otras estudiantes de primer curso- recién llegadas y tan despistdas como ella - hacia sus habitaciones, se sintió feliz por primera vez desde el tiempo de los pocos regalos acertados en su ahora lejisima infancia , y decidió hacer este un primer día de su vida, no sólo un primer día en Carnwell sino el primer día de su vida, un día diferente a todos, un papel en blanco que lejos de dar miedo , deseaba rellenar cuanto antes con su propio nombre y su propia letra.
Solo faltaba dos cosas:una amiga de verdad , y un chico del que enamorarse perdidamente ; lo demas, incluso sus estudios de Historia del Arte, podía esperar.
La amiga la encontró enseguida; al chico, a ese chico que se alimentaba de lágrimas, desearía, después, no haberlo conocido nunca.
Arrasaba si maleta lo mejor que podía (a la baqueteada Samsonite de su madre le faltaba una rueda) por el sendero que llevaba a la residencia , cuando una chica muy mona cargaba con una mochila se ofrececio a ayudarla.
- Has traído demasiadas cosas -le dijo-. Aquí no te va a faltar tanto. Me llamo Laura -añadio, y cogiendo la maleta le hizo la primea confesion de las muchas que vendrian -: No te dejes engañar por las apariencias, mi hermana mayor estubo en Carnwell, y en todas las fotos sale muy ligera de ropa, solo na he visto vestida de verdad en el retrato de graduación. Y no te quiero contar como termino esa noche, pero aun quedan fotos mas que comprometidas en Facebook. Hay al menos diez chicos que presumen haberse acostado con ella en la misma noche, lo cual es imposible porque mi hermana tiene mucha imaginación, pero no es una zorra. Me llamo Laura, ah , eso ya te lo había dicho, es que hablo sin parar. ¿ y tu eres?
-Adela.
-Bienvenida -dijo Laura plantándole dos sonoros besos que parecieron mas sinceros que cuantoa había recibido nunca en Nueva Augusta exceptuando, tal vez, los besos de su madre -.¿ Donde te han puesto? preguntó mientras se hacia con el control de la maleta desruedada.
Adela sacó su hoja de inscripción -En la 609,edificio B
-Que magnífica casualidad -dijo Laura-, yo también estoy en el B, aunque no en la 609, por supuesto ,pero eso lo arreglo en un pispas. Mi hermana estudio aqui, te lo he dicho, ¿no? Conozco todas las historias y a todo el mundo. La señora Mills nos hará el apaño. La 609 es un asco, una de esas habitaciones lugumbres que dan al patio, la buena es la 666, slli se quedo mi hermana y tiene las mejores vistas, se ven los campos de atletismo y la residencia de los chicos, en fin, que se les puede ver desnudos o poco vestidos todo el tiempo, y por supuesto puedes imaginar. 666, el numero del Demonio, fíjate tú qué cosa, pero novte preocupes que yo lo arreglo. Aquí soy alguien y tu te vienes con migo .
Adela miro a Laura, que iba dos pasos por delante tirando de la oesada maleta como si nada, y decidió que algún día seria como ella: alegre,guapa, fuerte,dispuesta y valiente .
La ropa de Laura decía cosas de ella que Adela no era capaz aun de decir de si misma. Tal vez personalidad era la palabra que había estado buscando Adela desde que empezó con ser distinta a las demas y mas parecida a si misma. Claro que la personalidad no es un pez que se pesque en una sola tarde. Hay que pasar mucho tiempo en el río. Y el río cala hasta los huesos. Laura se dio vuelta para asegurarse de que su nueva amiga no se rezagada, Adela,se sintió cazada observando a su modelo con demasiada atención. Laura se dio cuenta de que estaba siend rigurosamente observada, o eso pensó Adela, que se sonrojo , pero Laura, como haría siempre después, le quito hierro al asunto. Tenía un fin para hacer que la gente se sintiera bien a su alrededor. Hay personas así , aunque desgraciadamente no muchas.
-

¡corre,Adela! -dijo Laura -, que aquí si te paras te pisan, esto esta lleno de arpías. En cuanto a tu aspecto , no te preocupes lo mas mínimo. Turaremos la mitad de tu ropa y te daré la mitad de la mía. Ya verás como lo arreglaremos en un momento. Lo que importa es la percha y tu tines muy buen cuerpo y una cara bonita; una vez que salgas de la ropa de tu abuela seras una bomba, te lo prometo. Dejalo todo en mis manos, soy un desastre para lo mio pero sé cuidar muy bien de los mas demás.
Adela no sabia que pensar. Su aspecto, como Laura lo llamaba, no era en absoluto casual, había ouesto mucho en presentarse de la mejor manera posible este su primer día en Carnwell, y se había convencido a si misma de que daría el pego,pero al parecer se equivoco de parte a part. Frente a esa decepción se levantaba la furia de haber sido elogiada por su naturaleza y la excitación por comprobar que sería de su «aspecto »en manos evidentemente mas capaces que las suyas. Se preguntó si la mitad de la ropa de Laura que iba a ser suya estaría guardada en esa pequeña mochila o si, por el contrario, Laura era esa clase de chica que recibe baúles de prendas enviados desde Nueva York, o Loa Ángeles, o de Filadelfia... Ropa de moda y no tristes copias dañadas de los outlets del mall como los que ella llevaba. Esa segunda opción parecía la mas probable, y con solo pensarlo le corrió el cuerpo un dulce escalofrío. Imaginó al menos dos baúles Que estarían esperando a Laura al entrar en su habitación y se hizo, en sus locas ganas de ser mejor de lo que era, con uno de elloa , al menos en el territoto impreciso desde aceleardos sueños. Soñar era, al fin y al cabo, todo lo que había hecho en los Últimos meses, desde que llegara la confirmación de que su petición de beca había sido Aceptada, Cranwell era una universidad respetada y respetable,valada por mas de doscientos años de historia, con capta separados por sexos, una vieja institución ideal para señoritas de buena familia y estudiantes sobresaluentes , esta ultima trisrima era en la que ella encajaba, la única puerta por la que una chica pequeña poda entrar en un mundo de este tamaño. Sus compañeras de instituto que tanto rieron de su enconada dedicación académica se estaría rayando en tiras muy finas de desesperación como un queso parmesano, mientras ella cruzaba en jardín camino de su magnifico futuro, gracias a una de las escasas y rigurosisimas becas a las que solo élite de las estudiantes pobres tenían acceso.

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⏰ Última actualización: Apr 13, 2016 ⏰

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