Una Historia De A Dos.

Capitulo 1: Las almas gemelas siempre se encuentran.

-Yo era algo así cómo... Alguien sin lugar. Digo; siempre actuaba de manera en que los demás terminaran sintiendose cómodos conmigo, siempre era diferente con todos. Pero siempre al final del día volvía a ser yo misma. Nadie conocía mi verdadero yo, más que yo misma.
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×Yo siempre fui muy reservado. No lo sé, siempre todos querían ser mis amigos y los aceptaba en mi vida, pero jamás en mi. Siempre tuve a las chicas admirandome, queriendo estar conmigo. Solo una vez estuve con una y fue una decepción.
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-Creo que la razón por la que estaba soltera era porque jamás nadie me impresionó, siempre le guste a varios chicos, pero ninguno me interesaba.
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×Ni una chica jamás me había impresionado en la vida.
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-Hasta que llegué a este lugar
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×Hasta que llegué a este lugar.
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×Así que, era un nuevo año escolar, y estaba siendo realmente del asco. Yo era algo así como el nuevo-viejo en la ciudad. Viví ahí desde los 8 a los 15 años, y ahora que había cumplido 19 años volví a esta ciudad para terminar mis estudios. Siempre tuve algo así como una vida buena. Mi padre es el dueño de una minera, así que jamás me falto nada economicamente por así decirlo. Tengo dos hermanos; un hombre y una mujer. Ambos tienen 15 años y son gemelxs. Cómo dije antes, jamás me falto nada, pero por alguna razón de estúpido adolescente entre a las drogas. No me malinterpreten, no soy un adicto. Pero si un vendedor, y a veces, consumidor. La mayor parte del tiempo me gusta acostarme y ver peliculas, algo aburrido, pero a veces siento que la gente es tan estúpida que no puedo convivir con ellos ¿Es algo raro que el tipico chico bonito diga algo como esto, no? Bueno, tengo muchos amigos realmente y no sé si está mal, pero siempre me sentí algo así cómo más inteligentes que ellos, pero son buena gente. Me gusta fumar marihuana em mi habitación y pensar sobre la vida, el universo y ese tipo de cosas. Pero entre más pienso y analizo menos ganas me dan de vivir. Ya que, al final todo se reduce en algo sin sentido que nisiquiera sabemos que es. Digo vivimos toda nuestra vida engañados, creyendonos nuestras mentiras solo para no sentirnos más debiles de lo que somos. "Hay un dios que es superior a todos nosotros y nos cuida desde el paraíso", ¿esa es nuestra excusa para tapar el hecho de que tenemos miedo a estar solos asi que inventamos una historia sobre un ente más poderoso que nos cuida? "Los sentimientos son parte del alma, nuestra alma tiene las ideas, sigue a tu corazón", mierdas. Los sentimientos son solo producto de hormonas enloquecidas, todas las ideas y cosas que pensamos, creemos y vemos estan en nuestra mente, y el corazón bombea sangre, no sentimientos. A veces siento que tengo algún grave tipo de desrealización o despersonizació.
La cosa es, mi nombre es André Mestre y me desesperé tanto en encontrar algo nuevo que colapsé.
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-Bueno, cuando era más pequeña siempre me costaba hacer amigos, pero a medida de que iba creciendo se me facilitaban más las cosas en ese aspecto. Comencé a adaptarme a la gente, de una manera en la que ellos siempre se sentían cómodos conmigo y me consideraban alguien realmente especial para ellos. Muy pocas personas han podido ver quién soy en realidad, y es extraño porque aún así me aceptan. Cuando era más pequeña de lo que soy ahora, viví muchas cosas. Tanto demasiado buenas como para ser verdad, como demasiado malas para alguien de mi corta edad. Esas cosas me cambiaron mucho, con el tiempo llegué a una ansiedad gigante, e incluso una fobia social que me costó mucho superar. Estaba en el éxtasis de la despersonalización. Me daban miedo los ruidos, estar con muchas personas me sofocaba y sentía que tenía el mundo en mis hombros. Con el tiempo me acostumbré a eso hasta comprender que era todo parte de mi mente. La gente se veía tan estúpida después de eso, me era fácil manipular a las personas. Solía pensar mucho, demasiado. Nunca paraba de hacerlo, me puse más atenta y observaba mucho a la gente, sus acciones y reacciones, en parte, me gustaba lo ingenuo que somos los seres humanos. E incluso cuando la gente me hablaba sobre sus problemas yo pretendía escucharlos mientras en mi mente tenía otro pensamiento bastante distinto al tema de conversación. Pero eso me pasaba siempre. Mi pensamiento siempre era distinto a lo que hablábamos. En el sentido de que podíamos estar hablando de perros y yo pensaba en manzanas.
La cosa es que me llamo Jane Liu, y un día tuve tantas crisis de pánico que colapsé.