Capitulo 17

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|Narra _____|

    Me desperté en una cama, no puedo creérmelo, estoy volviendo a dormir en camas. Miro a mi alrededor, es mi cabaña, es mi habitación. No recuerdo absolutamente nada de lo que pasó anoche después de bailar con Dylan y tomarme copas, creo que eran de las rojas. Me incorporo en la cama y azota un fuerte dolor en mi cabeza.
-Estoy hecha polvo.
    Susurro para mí. Me levanto de la cama como puedo, espero que no tenga que hacer nada esta mañana o que al menos, me den un ibuprofeno.

    Salí de la casa una vez me vestí y peine. Creo que aún llego al desayuno de las 8 de la mañana. Entro en el comedor y veo a muchos sentados, busco a alguien conocido y sólo encuentro a Carl, menos mal, está solo. Camino hacia él y me siento a su lado.
-Hola-Sonrío y cojo una magdalena del centro de la mesa.
-Hola-Dice en un tono serio y frío, distante.
-¿Qué te pasa?-Le miro preocupada.
-Debería decirte algo, pero no sé cómo te va a sentar.-Me mira preocupado.
-Está bien, dime.
Aprieta los labios.
-Estoy saliendo con Tris-Me gira la cara
-¿Y qué problema hay en eso?
-Pues, que no quiere que esté cerca de ti.-Su tono es preocupado y a la vez distante, no lo entiendo.
-Y tú, ¿quieres estar lejos de mí?-Le agarro del mentón y le obligo a mírame.

    Niega con la cabeza y sale corriendo, tenía los ojos cristalinos, como llorosos. Grito su nombre en un intento fallido para que parase. En ese momento, entra mi hermano por la puerta y me hace un gesto para que vaya con él.

    Después de haber estado un buen rato hablando y caminando por aquel lugar, mi hermano cambia el tono de alegre a triste, no entiendo a qué viene este cambio.
-¿Sabes algo de mamá y papá?-Le miro frunciendo el ceño.
-_____, volvimos a por ti. Lo que encontramos no fue nada agradable ni para Tate ni para mí-Agacha la cabeza
-¿Qué encontrasteis, Matty?-Le miro aun con el ceño fruncido.
-Papá y mamá están muertos, ______. Los encontramos tirados en el suelo del salón, aquel en el que siempre reíamos, con un tiro en la cabeza cada uno. También encontramos mordeduras, no querían convertirse. ______, estuvieron luchando por sobrevivir para volver a encontrarnos, volvieron a casa-Me mira y viene a abrazarme.

    Me aparto de él dándole un empujón y seguidamente me quedo paralizada, inmóvil, muda. No puede ser que estén muertos, ni si quiera estaban en la ciudad. Le miro con los ojos llorosos, no me importa llorar delante de mi hermano, el único que queda vivo de mi familia, de sangre de mi sangre. Estoy aterrorizada, miro a mi alrededor buscando un sitio en el cual poder ocultarme a llorar. Quiero marcharme. Necesito llevarme mi frágil orgullo herido y mimarlo para que se cure. Corro hacia detrás de las cabañas, en busca de aquel precioso lago. Me dejo caer al suelo, enfadada conmigo misma por esta absurda reacción. Levanto las rodillas y las rodeo con los brazos. Quiero hacerme lo más pequeña posible. Quizá este disparatado dolor sea menor cuanto más pequeña me haga. Apoyo la cabeza en las rodillas y dejo que las irracionales lágrimas fluyan sin freno. Estoy llorando la pérdida de algo que nunca he tenido. Qué ridículo. Lamentando la pérdida de algo que nunca ha existido… mis esperanzas frustradas, mis sueños frustrados y mis expectativas destrozadas. Lamento la pérdida que debería haber lamentado hace mucho, no sé porque tuve esa esperanza de que siguieran con vida, ese sueño de poder volver a abrazarlos. Esa expectativa de familia unida. Estoy destrozada, tocada, hundida. Pongo las manos en el húmedo césped, aprieto los puños y doy algunos golpes con la débil esperanza de que este recuerdo se borre de mi mente. Están muertos. Mis padres, mis héroes, mis amigos más fieles, muertos. Duele, duele sentir este golpe en la vida que marca por siempre. Duele tragar esta pena de un sorbo al saber que ya no volverán. Duele perder a quien más querías. Y lo peor aún, he perdido a tres personas en menos de dos horas. Mis padres y Carl. Siento como se me parte el corazón en pequeñas partes, como se vuelve negro, como deja de latir. Cierro los ojos y revivo momentos con ellos mirando como se mueve el agua. Revivo las tardes en el parque, cuando jugábamos todos en el salón en el que después se pegaron un tiro…

Él. (Dylan O'Brien Y tu) (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora