Capítulo 4.

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Axl Rose.

_____ Seymour era el nombre de la chica que recordaba, fue quién me dedicó algunos de los mejores gemidos que había escuchado en toda mi vida. No debía detalles de eso a nadie, pero sí que valdría la pena recordar en más de una ocasión. Mientras podía ser consiente y me esforzaba por escuchar, y desde luego mirar, disfrutaba de ver sus mejillas rosadas mientras la llenaba una y otra vez, conseguía que lo disfrutara. No recordaba con claridad, pero estaba excitado de nuevo. Sé que la hice venir. Acabó sobre mí y me retiré. Yo no iba a lograr tener una corrida ni aunque me hubiese acabado la vida ahí mismo, no con todo lo que tenía encima.

¿Qué alguien me recordara porque la chica y yo dejamos el baño anteriormente? ¿Alguien nos interrumpió? ¿Debería de estar asustado porque alguien me vio no solo con la hija de mi novia, sino, con una chica de diecisiete?

- ¿Alguien nos ha visto, _____? -le pregunté a ella mientras nos andábamos hacía Stephanie. Me miró confundida y miró a nuestro alrededor.

-Eso creo, Axl. -dijo sencillamente.

Stephanie iba a tener con qué joderme si sabía de algo así. ¿Por qué lo hice? Me lo preguntaba si lo pensaba detenidamente. Cierto, la chica lucía como un trozo de cielo en la tierra pero no recordaba cómo inició todo.

Joder, esa chica me sacó de quicio en un maldito baño de restaurante o eso sabía. Sus gemidos, mis manos sobre ella, las suyas entre mis brazos. Todo lo que no podría hacerle en una cama y todo lo que podría hacerle en toda una noche.

Me besaba, me miraba con deseo, me gemía. Incluso cuando nos presentamos lo primero que recibí fue su hermosa cara mirándome como sí fuese algún tipo de delicia. Casi se derritió entre mis brazos cuándo la besé, gimió todo el tiempo para mí. Me acarició un sinfín de veces e incluso en una de esas, ella me sujetó del cuello bruscamente para que no me fuera cuando la besaba.

¿Debería de arrepentirme? Sí no mereció la pena para ella, entonces desde luego me arrepentía, iba a ser vergonzoso admitir que ella me iba a recordar así, casi inconsciente con un desempeño que dejaba qué desear. Creo que hasta me vomité en el maldito baño, aquelló ya no lo tenía realmente claro.

Me llevé una mano a la cabeza en el camino de vuelta a nuestra mesa. No soportaba la maldita cabeza. Es más no soportaba ni siquiera el cuerpo. Algo se contrajo entre mi nariz y entre mi rostro, haciéndome sentir un profundo dolor, e incluso tuve que cerrar los ojos y respirar y ser consiente de que pronto pasaría. Eso sin mencionar la terrible migraña que tenía. Tuve que tocar a _____ para confirmar que yo seguía ahí. A los pocos segundos sentí que podría colapsar o algo igual. Lo cuál no sería de extrañarse y la poca cantidad de alimentos que había ingerido a lo largo de todos estos días iba a surtir efecto ahora mismo.

Cuando me recuperé, ví el rostro de _____ preocupado. Lentamente abrí los ojos en dirección a ella, e importándome poco mi propia situación, comencé a burlarme de ella, a lo cuál rodó los ojos al cielo y me miró con evidente molestia de nuevo.

-Si vas a estar conmigo y mi madre en un restaurante de etiqueta, por lo menos compórtate. No hagas esos dramas. Me da más vergüenza a mí que a ti. -susurró fríamente.

-Todo bien _____, gracias por preocuparte primor. -otra vez me reía y otra vez me ponía su cara de fastidio, entonces continuamos el trayecto a nuestra mesa.

Llegamos hasta nuestra dichosa mesa. No dejé de mirar a _____ durante el trayecto y noté cómo es que estaba tranquila y cómo sí nada. Sé que la vi llorar antes, así qué, ¿Hacía a menudo eso de llorar y luego fingir que nada sucedía?

No me hice más preguntas y aparté la mirada de ella de una vez por todas cuándo tomó su antiguo asiento. La acerqué a la mesa y volví a mi antiguo lugar. Stephanie nos miró uno a uno hasta que su sonrisa se borró al instante.

A rapist stepfather. |#1| Axl Rose.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora