Secuestrada

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Narra Nora:

En ese momento lo único en lo que podía pensar era en Patch. Él debía de estar devastado, preocupado y buscándome, por desgracia sabía que le sería difícil encontrarme.

Cuando desperté me fue difícil respirar, me dolía el cuerpo y estaba apretada, no podía moverme, sentía la soga quemar en mis muñecas y tobillos, quemaba como solo una cosa me había quemado, estaba segura de que contenían delvicraft.

El dolor aumento cuando comenzó a moverse el suelo, fui arrastrada hacia la derecha hasta chocar con algo duro, una mano se aferró a las cuerdas que sostenían mis manos y me arrastraron de nuevo a mi lugar, dejándome caer sobre el frio y duro suelo.

El suelo volvió a temblar haciendo que las cuerdas me quemaran, una vez más mi cuerpo se deslizo por el suelo hasta chocar contra la pared, esta vez pude notar que me encontraba en algún trasporte que se movía de un lado a otro.

–Quédate quieta –dijo una voz profunda mientras me arrastraba de nuevo a mi lugar.

Traté de responder algo ingenioso, algo como, "si tan solo pudiera sostenerme" o "deberías sostenerme tu" pero mi garganta ardió cuando abrí la boca, algo apretaba mi cuello, no me había dado cuenta ya que el dolor en mis manos y pies opacaba cualquier otra molestia.

Entonces sentí la inclinación casi en vertical que intento arrastrarme, pero esta vez el hombre me sostuvo, luego una puerta se abrió y alguien entro.

–Prepárate –dijo una profunda voz– vamos aterrizar.

–¿Crees que nos encuentre? – pregunto el tipo que me sostenía.

–No, a donde la estamos llevando no podrá encontrarla... Darla se encargará de él.

– ¿Y si descubre que Darla no es ella?

–Es imposible, darla ha esperado esto y ha entrenado, una vez que el niño nazca nos desharemos de esta chica y él nunca lo sabrá.

Un zumbido conocido inundaba la habitación, trate de analizar lo que ellos habían dicho y lo que estaba pasando, pero solo logre saber que estábamos en un avión en el momento en que aterrizamos.

Minutos después el hombre encajo algo frio y delgado en mi hombro, sentí como corría por mí, era fresco y ardía, en menos de un minuto la oscuridad de la bolsa que había en mi cabeza fue sustituida por una oscuridad grumosa y pegajosa, una oscuridad penetrante, luego todo se apagó. 

Hush Hush: ReverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora