Una estrella fugaz

Capítulo 8

Cedric

El baile esta concluyendo de maravilla, ya dan dos horas de iniciado, a Esteban le encanto su sorpresa y no ha parado de agradecerme. Es cautivador ver a alguien especial para ti, feliz, simplemente sientes que has hecho un buen trabajo, y que todo valió completamente la pena.
El baile en parejas inicia en diez minutos aproximadamente y no puedo esperar más, para volver a tener a Nadia en mis brazos.
Ya ha hecho algunos amigos, y parece "cómoda" en este lugar.

-¡Hey! encantador de princesas -dice Marco, tomandome un hombro - Nunca pensé que viviría para verte con una mujer mi amigo.

Desde esta distancia, (que es bastante razonable) me llega su aliento apestado de wodka , y puede que no este consciente para la hora del baile.

- No es para tanto- le respondo - vamos a llevarte a otro lugar- y lo conduzco hacía una de las habitaciones de el segundo piso
Me aseguro de dejarlo en un lugar tranquilo y al salir del dormitorio le digo casi en un susurro
-Solo se que soy bastante afortunado de haberla conocido.

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Una vez que encuentro a Nadia, me alegró saber que llevaba unos minutos buscándome.

-Si vuelves a dejarme sola, voy a pagarle a alguna persona para que te golpeen o  roben tu billetera- me dice basilóna.

-Claro, claro - Pero mi billetera ¡No por favor! - Me burlo dándole un beso en la cabeza.

La primera canción es bastante rápida, así que la disfrutamos moviéndonos al delicioso ritmo y entablando nuestra propia conversación de miradas.
La segunda pieza, es suave a si que nos vemos obligamos a acercarnos hasta que nuestros cuerpos quedan a la distancia perfecta. Todo esta saliendo como en un sueño, uno que empezó el día que se coló en mi clase de Literatura el día que me arriesgue a invitarla a venir conmigo. Me estoy reconsiderando seriamente invitarla a salir a tomar algo después.
Dos horas más tarde la mansión se empezó a despejar y todos empezaron a volver a sus casas, hasta que solo quedábamos Nadia y yo.

-La he pasado de maravilla, muchas gracias por invitarme- me dice ella con esa voz tan dulce.

-Fue todo un honor princesa.

-¿Princesa?, ¿De verdad?.

-¿Acaso no lo eres? -le pregunto- ¿Porque bailas como una?.

Sonríe y dice lo que menos me esperaba.

-¿Podría quedarme hoy aquí?.

Deseé preguntarle eso desde que la ví por primera vez esta noche, pero no imaginé que ella me lo fuera a pedir.

-Por supuesto.