Reflexionando Después De Los 40 '!

EXTRA

Tengo la teoría de que cuando uno llora, no llora por lo que llora, sino por lo que no lloró en su debido momento. *Mario Benedetti

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27 años de edad ... y yo aquí, con una profesión realizada, un empleo en lo que me gusta; divorciada, enamorada de mi mejor amigo; no tengo un color favorito, mi padre falleció y nuestra última charla no terminó muy bien que digamos; mi mamá padece cáncer y yo....

Yo simplemente no sé a dónde se dirige mi vida en este momento.

Estoy frustrada ... me siento frustrada; necesito algo que me permita olvidar todo lo malo, pero quererlo no es lo que funciona; y menos cuando lo que pienso que puede solucionar mi situación, es algo un tanto descabellado.

Nunca he tenido amigas... no confío. Y quizá es por eso que no he sufrido tanto, aunque considero que con todo lo que ha pasado, es mas que suficiente.

Quizá mi papá no fue el mejor, y es por eso que hoy me pregunto ¿Por qué no hice algo para que en verdad me amara? ... ¿Por qué tuvo que ser tan miserable hasta su último día de vida? ... pero ¿Por qué yo no intenté remediar las cosas?...

Guardar rencores ... no olvidar ni dejar de sentir, es lo que mata por dentro, y creo que yo ya estaba agonizando.

Muchos refugian dolor tomando alcohol, drogas, suicidio; en cambio yo, agobiaba todo con el sexo, y quizá un poco de lo primero. ¿Me alegro de ello? En parte sí😆 ... era divertido y emocionante; perp sólo era para llenar un vacío que no tenía fondo.

Y ahora donde estoy, como estoy y lo que soy, no es algo que me haga sentir orgullosa de mi misma. El cambio no llega por sí solo y aunque quiera poner empeño en mejorar, siempre hay algo que me retiene. Simplemente : ya no sé qué hacer.

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Este es otro de mis tantos escritos que tenía guardado desde aquel entonces. Y pensar que pude superar eso, agradezco inmensamente el hecho de haber podido soportar tanto, y aunque creí que las cosas mejorarían ... no fue así.

Mi relación con mamá fue cambiando. La  amaba... y es que Cómo no podría hacerlo si a pesar de todo era mi madre. No la elegí, ni siquiera estuvo conmigo cuando la necesité; pero en el poco tiempo que pasamos juntas, aprendí mucho de ella. Una de esas cosas es que, debía ser alguien diferente porque en algún momento yo también sería madre y estaría en su lugar. Era mi opción ser una madre amada o una madre odiada.

Enmendar errores no es algo sencillo, pero cuando uno se propone las cosas, sin importar lo difícil que sea la situacion; se logra.