Capitulo 21

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VEINTIUNO.

-Ismael, esta es Olivia mi novia-dijo Alex

-Encantado-dijo él dándome dos besos

-igualmente

Ismael era el nieto del Gran Duque de Santivaña, el único nieto, ya que solo tenía de heredera a su única hija la señora Duquesa Dulce María Alejandra de Santivaña.

Todas las chicas querían salir con él por su categoría social, ya que este año cumplía los 18 y pasaría a ser el dueño de todo.

-¿De qué os conocéis?-dije yo

-Mi madre es su madrina-dijo Alex

-Mi querida madrina la señora María

Ismael hablaba con mucha cortesía y educación, una educación que todos desearíamos haber tenido.

Era alto, rubio, ojos color esmeralda, tenía barba e iba vestido con un traje muy elegante que iba a juego con una corbata roja.

-Te puedes quedar a comer con nosotros si quieres-dijo Alex

- ¿No os importa? -dijo él

-No, en absoluto-dije

Nos pedimos de primero una ensalada de humados con salsas, de segundo un chuletón de buey con patatas y de postre un trozo de tarta de fresa y un capuchino.

Nos fuimos los 3 a dar una vuelta, bueno los 3, los 5 se podía decir, ya que Ismael tenía 2 guardaespaldas que nunca le dejaban solo.

Fuimos a casa de María, para que Ismael pudiera verla.

-Tita, cuanto tiempo-dijo Ismael

-Cariño, que haces tú por aquí-le dijo dándole un beso

-Aquí que me encontrado a Alejandro y su novia Oliviana.

-Cuantas veces te he dicho que no me llames por mi nombre compuesto-dijo Alex enfadado

-Mi nombre no viene de Oliviana-dije echándome una carcajada

-¿A no? Pues Olivia a secas -dijo él echando una carcajada

Nos sentamos en la mesa del jardín a tomarnos una limonada al sol.

-Ay mi chico-dijo María abrazando a Ismael

-Oye que tu hijo soy yo-dijo Alex riéndose y con un poco de envidia

-Os lleváis muy bien ¿no? -dije

-Sí, porque nació exactamente un mes después que mi hija-dijo ella llorando

Yo me quede un poco sorprendida porque de un estado de felicidad hubiera pasado a llorar tan de repente

-¿Qué hija María?

-Pues yo tuve una hija maravillosa y muy pequeña. Cuando estábamos durmiendo en la habitación del hospital, alguien entro y se la llevo de mi lado, yo estuve buscándola sin parar con mi exmarido, su padre, y no supimos de ella.

-¿Como la llamasteis, mama?, yo era muy pequeño-dijo Alex

-Pues casualmente, Olivia-dijo secándose las lagrimas

Mi baso de limonada se me escurrió de oír mi nombre, no podía ser, yo hace un mes casi había cumplido los dieciocho.

Salí corriendo hacia la salida no podía creer lo que había escuchado, Alex fue detrás de mí para poder alcanzarme.

-Olivia que te pasa-me dijo cogiéndome del brazo

-No puede ser-dijo llorando

-El que no puede ser mi amor-dijo él preocupado

Me abrace a él buscando consuelo, el me abrazo y me dijo que todo iba a estar bien, que no estuviera tan nerviosa, que todo se hablaría y se solucionaría, pero si no le contaba que me ocurría, no podría entender nada.

-Pues... mi cumpleaños fue hace un mes...-dije sin poder continuar de hablando.

-¿Qué?, no puede ser-dijo sorprendido.

-Y casualmente tu hermana, se llamaba igual que yo-dije sin parar de llorar.

-Tiene que ser coincidencia-dijo él poniéndose nervioso.

-Mi padre me enseño mi pulserita de nacimiento, Alex, ¿Cómo te apellidas realmente? -dije sin parar de llorar

-Alejandro Anderson Harrison

Cuando oí esas palabras me derrumbe, me agache, con mis manos cubriendo mi cara, no podía creer lo de ese momento. Mi mundo se destrozaba poco a poco. Alex me abrazo, pero no pronuncio palabra.


HOY, MAÑANA Y SIEMPRE.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora