Se acercaba el día de Halloween, y todas las casas que miraba estaban decoradas con calabazas con caras terroríficas, esqueletos, murciélagos, brujas y miles de cosas que, para ella, no era más que otra estúpida fiesta creada por los grandes almacenes para vender más. Aun así, no le quedaba de otra que aceptarlo, pues era la fiesta favorita de Henry y este quería que lo acompañara a elegir un disfraz y un antifaz para ella puesto que la había invitado a la fiesta que su otra madre celebraba todos los años en esta fecha. La verdad es que ella estaba un poco molesta con él por ello, por no haberle pedido permiso, pero se derrumbó cuando él le dijo que lo había hecho porque quería que sus dos madres se llevaran bien y que eso le haría muy feliz, por lo que accedió para complacerle.
Henry: ¡Vamos Emma! –Gritaba entusiasmado- que la fiesta es mañana y aún no tienes un disfraz.
Emma: Tranquilo chico, cogeremos uno cualquiera y listo –dijo mientras correteaba detrás de Henry, que se había perdido entre los percheros de disfraces.
Henry: Mira Emma, he encontrado el disfraz perfecto para ti –Henry le mostraba un precioso, aunque muy provocativo, disfraz de pirata- ¿Te gusta Emma?
Emma: -Emma no sabía que contestarle ¿de verdad estaba proponiéndole su hijo ir vestida así a la fiesta de su madre? -Henry...-hizo una pequeña pausa- ¿eso es todo el disfraz? ¿no crees... en fin... no crees que es... como decirlo... muy ligerito?
Henry: No, yo creo que es perfecto -sonrió-.
Emma: Yo creo que será mejor elegir otro disfraz – también pensó que debería tener una charla con su hijo, esa charla que todo padre odiaba pero que tarde o temprano siempre llegaba-
Henry: De tu talla solo queda ese y otro, pero si ese te parece corto este no te va a gustar, mira.
Emma: -Aunque en la etiqueta decía "disfraz de Alicia en el País de las Maravillas" para Emma parecía más el disfraz de Alicia en el país de las guarrillas. Se trataba de un traje muy corto, tan corto que no hacía falta que te agacharas para que se te viese la ropa interior - ¿pero a qué clase de tienda de disfraces me has traído Henry? -definitivamente tenía que tener esa charla con él cuanto antes-
Henry: Oh vamos Emma -replicó- ¿qué esperabas encontrar el día antes de Halloween? No es mi culpa que hayas esperado al último día para venir a comprarlo -puso cara de ofendido- Además, seguro que a Hook le gusta -sonrió-
Emma: Ok, tú ganas -acabó cediendo- cojamos el disfraz de pirata y marchémonos de aquí – comenzaba a estar un poco enojada y preocupada, pues ya se estaba imaginando a Regina criticándola por su atuendo-
AL DÍA SIGUIENTE.
CASA DE REGINA.
Regina estaba terminando de preparar las cosas para su fiesta, hoy sería una gran noche (como todos los años), donde todo el mundo lo pasaría muy bien. El único problema de este año era que vendría Emma (la cual estaba en su lista negra después de que trajese a Marian a Storybrooke) por petición de su hijo Henry. Quiso negarse, pero la tristeza en los ojos de su hijo y su frase de "solo quiero que mis mamas se lleven bien, eso me haría inmensamente feliz" la desarmo y acabó cediendo a su petición. Aunque realmente, lo peor de todo era que Henry no estaría allí debido a que este año, todos los niños de Storybrooke se iban a pedir caramelos juntos y luego pasarían la noche en una especie de campamento con sus profesores (al menos se alegró de no tener que ver a los Charming haciéndose carantoñas todo el rato). Tras haber acabado todo, lo único que le quedaba por preparar era el bolso de Henry y su disfraz, aunque para esto último le quedaba tiempo ya que la fiesta era a las doce de la noche.
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Escondidas
FanfictionRegina celebra todos los años una fiesta de disfraces por Halloween, pero este año hay una nueva invitada de su hijo Henry, Emma. ¿Cómo se lo tomaran? ¿Podrán acabar la velada tranquilamente o acabarán tirándose de los pelos? Tal vez todo sea distin...