Entre dos mundos [Resubiendo]

Capítulo 33: "El regreso a casa"

Pov Asuka K. (para posibles confusiones :v):

-Akii onii chan... -dijo ella con los ojos repletos de lágrimas de forma automática-.

-Asuka... -dijo Akihiro abrazando a su hermana con firmeza- Te he extrañado mucho...

-Yo también te extrañé... -le contestó con las piernas temblorosas- M-Me alegro tanto de... tanto de... -finalizó de forma inconclusa, cayendo de golpe al suelo-.

-¡Asuka! -gritamos Akihiro y yo, algo asustados al pensar lo peor-.

-Q-Qué alivio verte... -nos dijo de golpe, mientras le hacía una mueca a Akihiro para que se agachara más- ¿Puedo apoyarme en tu regazo como solía hacerlo de pequeña, Aki onii chan?

Akihiro asintió en el acto, viendo como su hermana menor se acostó en sus piernas, mirando hacia el techo.

La rubia de inmediato estiró su mano hacia arriba, como si intentara tocar el cielo. Esa manía me recordó mucho a la mía, por lo que no pude evitar sonreírle un poco.

-Las estrellas... quiero verlas, ¿podré? -nos dijo con lágrimas en sus ojos- Me gustaría ver las estrellas... por última vez.

-¿Qué? -pregunté confundida-.

-Yo... he sido mala hermana... lo siento -dijo de manera repentina, mientras se secaba las lágrimas- Por culpa mía... Aki onii chan se ha suicidado, y cuando muera, sus amigos lo olvidarán. Me da pena verle así... mi hermano no es así... ¡¿Qué clase de pelo es ese?! ¿Por qué... por qué has crecido tanto?

Con aquel pensamiento de inmediato bajé la mirada apenada. Admito que me dió miedo recordar aquella posibilidad. Y al parecer a Akihiro le dolieron aquellas palabras, ya que apartó la vista con tristeza.

-No fue culpa tuya... -dijo Akihiro- Yo...

-El mundo es injusto -le interrumpió su hermanita- También es irónico. Si lloras, dicen que eres fuerte. Aunque no es así, ya que es la muestra más grande de debilidad en el mundo. Nosotros los ángeles no podemos suicidarnos, pero si pueden acabar con nosotros, eso me hace pensar... ¿Por qué nada es para siempre? ¿Por qué todo es tan difícil...? ¿No tienes alguna pregunta así, Aki onii chan?

-Claro que la tengo... -contestó Akihiro apretando los puños- Si tuviera a Dios frente a mí, me gustaría hacerle un montón de preguntas... como por ejemplo ¿Por qué se lleva a los buenos y no a los malos? -le preguntó Akihiro- T-Tú no debes morir. Debes vivir y ser feliz, eres muy joven.

-El mundo es una pecera, onii chan, donde la mano de Dios saca a los peces más fuertes para cocinarlos y suele dejar a los malos en la pecera, para comerlos al final -fue la respuesta de Asuka- Si yo no vivo es porque el destino lo quiso así, no yo, pero... tú debes vivir, Akihiro, vive y como lo que significa tu nombre: brilla. Eres un príncipe brillante, en busca de una torre de gloria.

-Asuka... -le nombró Akihiro-.

-Salva el mundo, porfavor -le sonrió Asuka levemente- porque si te soy honesta, el mundo es horrible y realmente contradictorio. Dicen "todos somos iguales, porque somos hijos de Dios", aunque mal padre será si es tan discriminatorio al momento de elegir las vidas: algunos pobres, otros extremadamente ricos. Es injusto, este mundo es simplemente lo peor.

-¿T-Tan... así? -pregunté y ella asintió-.

-Es el tipo de lugar donde hasta tu más grande sueño, puede en un parpadeo transformarse en tu peor pesadilla -replicó algo seria- Pero para eso somos los humanos, para superarlo a través de las personas, cambiar tu perspectiva con tu familia... conocidos... amigos. Por ello Shun también brillará, ustedes brillaran para mí. Yo les miraré desde lo alto y les diré: Sigan caminando, den lo mejor de ustedes mismos. Pero bueno, antes que nada... me gustaría pedirte disculpas, muchas veces Shun y tú se avergonzaron de mi gordura, ¿verdad? a ustedes les daba nervios que les dijeran "hermanos de la cerda", ¿no? dile a Shun que... siento mucho haberles puesto en vergüenza todo este tiempo. Aunque intenté bajar de peso mucho tiempo por ustedes, dejé de comer por más de dos días, hice mucho ejercicio, busqué entre las dietas de mamá, yo... quería ser delgada como ella, pero no pude... nunca pude. Perdón...