Respondiendo su carta.•Editado•

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Termine de contarle a Caroline sobre la carta que recibí en mi casillero. Ella brincaba de emoción y daba pequeños gritos de alegría. Me decía que tenía que encontrar a ese chico y hablarle.

—Estoy....pensando en escribirle una....una carta—dije dudosa de lo que decía. Caroline, abrió sus ojos como platos y nego emocionada.

— ¡Increíble! Eso debéis hacer— asentí —Vení vamos a buscar su casillero para que comiences a escribirle— dijo jalando mi brazo para llevarme a no sé donde.

— ¿No...no crees que es mejor que escriba la carta y luego busque su casillero? Así pondre la carta rápidamente y salir de ahí sin ser vista— ella lo pensó, pero al final asintió.

Aaron Hills:

¿Como estas? No puedo creer que hayas visto cuando pongo las cartas. Estoy avergonzada, otra cosa..¿Sos de intercambio? Bueno, me sorprende haber recibido vuestra carta ¿Como sabéis donde queda mi casillero? Nadie sabe que ese casillero es mío, para todos soy invisible. Bueno, me sorprendí ver vuestra carta. ¿Te he visto en algún lado? ¿De que curso eres? Como sea, espero volver a recibir otra carta de vos.

Hazel (Anónima)

—Hazel...- llamo Caroline- Creo que esté es....espera...¡ahí viene!— dijo corriendo hacía mí y esconderse. Dios.... ¿Ese es Aaron? Que....sexy....

— Dios mío....— susurré observando aquel chico de ojos azules y cabello castaño.

— Oye Aaron... deberías de ir hoy a la fiesta de Merci,va a estar super...anda, no seas gilipollas —hablaban, cuando pude ver como abría su casillero.

— Oh, era el de a lado— susurró Caroline frunciendo el ceño.

— No lo sé tío, no creo poder ir, tengo cosas que arreglar— dijo haciendo que su voz fuera muy bonita.

— ¡Aaah aaah! ¡Que pelotudo! Siempre tan.... ¡Tan Tú!— se quejo su amigo. Él río y cerró su casillero.

— Bueno, bueno, ya nos vemos luego en la clase ¿Vale?— dijo su amigo, dándole palmadas en su espalda y él solo asentía.

— Vale, hablamos luego— dijo y se fue. Para luego él irse.

— Vamos, ya es hora— dijo Carol agarrando mi camisa y arrastrandome a los casilleros.—Vale, vale, ponla ya, que tenemos que irnos, que nadie nos vea— dijo susurrando. Asentí y coloqué la carta en su casillero. Espero que nadie nos haya visto.

Nuestro Encuentro [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora