Propiedad de Dean Winchester. Sam/Dean

SAM/DEAN

La primera vez que Dean Winchester se dio cuenta de sus sentimientos por su hermano, tenía quince años. Estaba en plena adolescencia y en ese entonces lo culpó a las hormonas, claro, las hormonas le hacían tener una erección por ver a su hermano de solo once años salir del baño con una toalla tan pequeña.

La primera vez que Dean y Sam se besaron fue un día después del decimo octavo cumpleaños de Dean, lo cual lo hizo sentir aun más pedófilo pervertido de lo que ya se sentía, pero fue Sam quien le besó. Fue un beso lento, suave y sumamente tierno que Dean disfrutó con toda su asquerosa y pervertida alma. Un año más tarde y después de que Dean le asegurara que el sexo era genial, Sam cedió e hicieron el amor en una de las camas de la habitación, sí, que no era nada romántico pero joder que Dean lo disfrutó.

Y la primera vez que Dean Winchester se sintió realmente intimidado por la presencia de otro hombre en la vida de Sam fue cuando tenía veinte años.

Todo empezó aquella tarde estaba saliendo de su típico trabajo de turno para recoger a Sam.

¿Lo mejor? John estaba fuera, así que podrían disfrutar de la cama solo para ellos, oh y esto de la monogamia le estaba haciendo muy mal, porque Sam era mucho de besar y toquetear pero con suerte Dean podía persuadirlo para follar una vez a la semana, y era joven aun, estaba en crecimiento y necesitaba sexo. Así que sí, esa tarde tenía todas las intenciones de recoger a Sam, meterlo al impala y empotrarlo contra el colchón de la cama.

Dean se detuvo en la esquina y se quedó mirando a la entrada de la secundaria, los chicos ya comenzaban a salir sin embargo no lograba ver a Sam por ningún lado, entonces tocó la bocina, por lo que se ganó un par de miradas asesinas de los transeúntes pero no le importó, estaba apresurado.

Nada.

Iba a volver a tocarla cuando por fin divisó la figura de su hermano menor saliendo por las grandes puertas del establecimiento, iba muy cerca de un chico de piel blanca y cabello castaño oscuro, unos pocos centímetros más alto que su hermano.

Dean afiló la mirada ¿Sam estaba sonriendo?

Y no solo eso, estaban hablando muy simpáticamente.-Que mierda....-murmuró Dean sin darse cuenta.

Unos segundos más tarde Sam por fin se dio cuenta de la presencia del impala, entonces Dean volvió a tocar la bocina. El otro chico le miró confuso y Sam respondió algo, parecía nervioso, se despidieron con un gesto con la mano y Sam comenzó a caminar rápidamente hasta la esquina, sin embargo no dio sino más de tres pasos cuando los cuadernos que traía en sus brazos cayeron al piso.

Dean rodó los ojos ¿Para que mierda entonces le compró una mochila? Iba a salir y ayudar a su hermano cuando se dio cuenta que el otro chico ya le estaba ayudando y en menos de cinco segundos Sam volvía a tener todos sus cuadernos en sus manos.

Sam le sonrió en agradecimiento y el otro chico simplemente se encogió de hombros.

-No toques la bocina enfrente de todos, me avergüenzas Dean.-le dijo Sam apenas se metió al auto.

-¿Qué fue eso?-le preguntó Dean ignorando el comentario de su hermano.-Ese chico....-

-Es mi amigó.-respondió Sam con algo de énfasis.-Se llama Nick y es agradable, vamos juntos a varias clases.-

-Ya, amigos.-

Y Dean condujo molesto todo el trayecto hasta el motel, molesto porque por alguna razón no le gustaba que alguien fuese tan cercano con Sam, al menos no físicamente, vale si quería tener amigos, que los tuviera pero a una distancia decente ¿No? Bueno y molesto porque redundantemente, estaba molesto de estarlo.