Revelando secretos [LMD#2]

CAPÍTULO 19 LA MADRE DE MI MADRE

Narra Juliana.

No podía ser cierto la mujer de esa foto tenía algo que ver conmigo... O eso parecía: después de verla a mí cabeza llego la conclusión de que mamá nunca me hablo de mis abuelos, ni de su mamá ni siquiera para decirme que estaba muerta.

Sostuve un rato esa foto y pensaba en como podría ser eso ¿sera por lo de los poderes? Es decir, ya conozco a mis abuelos por parte de mi padre pero, por mi mamá yo no tengo más familiares.

Solo están la tía Lauren pero ella no es de sangre, entonces ¿qué sera?

Mire a Cristal y su mirada estaba confundida.

—Veo que te sorprende por lo del apellido —vuelve a mirar la foto— mi abuelo dijo que ella fue una mujer importante en su vida pero que cometió un error sumamente doloroso no me dijo cual —dice Cristal concentrada en la foto— pero sabes... Aunque no la haya conocido ni nada por el estilo creo que la quiero como una abuela —ríe.

—C-Cristal... Me prestarías esa foto ¿si? —la mire suplicante.

—Claro —me sonríe— tal vez si tengas conexión con ella.

Entre a clases con la foto en mi mano y en mis pensamientos, pero la guarde para no perderla. Espere a que las hora pasaran para poder llegar a casa y mostrársela a mamá.

Estaba en mi casillero guardando algunas cosas para regresar a casa. La tarde se paso volando, seguro porque todo estuvo aburrido pero algo incomodo con Allek lo único que hablamos fue un saludo.

Me voltee para irme pero Anna me asusta apareciéndose de pronto.

—Hola Juliana —saluda con normalidad.

—Hola Anna —me aferre a mí bolso, no había hablado con ella desde ayer. Pues en clase no se podía y en descanso no la vi.

—¿Veo que vas de prisa? —me observa pensativa.

—Sí, es que tengo algo importante que hablar con mamá —contesté mientras caminaba a la salida, ella me siguió.

—Ya veo... —pensó unos segundos. Se decidía por si decirme o no algo, su mirada se vio nerviosa pero luego lo dijo:— ¿puedo acompañarte?

Sonreí tiernamente y asentí. Quería arreglar las cosas a como diera lugar.

—Vamos —salimos del instituto.

Llegamos a casa más rápido de lo que pensé, pues a Anna le salían muchas cosas de la boca y de la cabeza. Me alegra mucho que ya tenga la confianza de hablarme como siempre y, aunque es incómodo pensar que Allek gusta de ella yo prefiero olvidarlo.

—Buenas —grité cuando estuve dentro.

—Buenas —oí una voz a mis espaldas y no era la de Anna. Me gire en seguida pues me asuste— idiota ¿dónde estabas?

Hizo una mueca de disgusto y se cruzo de brazos —venía detrás tuyo —masculló y paso por mi lado.

—Oh... —susurré.

Anna se río de mi despiste. Lo cierto es que me olvide de él.

—¿Mamá? —grité mientras caminaba por la sala buscándola.

—Parece que no está —dice Anna pasando a sentarse al mueble.

—Mm —mascullí mientras subía las escaleras— Anna ven.

—¡Claro! —subio y llego rápidamente a mi lado.

Entramos a mí habitación y me senté en la cama dando un suspiro.