¡VIDA EFÍMERA!

Parte 1: Algo sobre mí.

Mi nombre es Noet, no me imaginen como las chicas que describen normalmente los libros.. la chica divina y popular, para nada soy esto. No soy el tipo de chica de la que te enamorarías a primera vista o pedirías su número.

Tengo una estatura promedio, soy de cabello ondulado y castaño, mis ojos son cafés, mi boca es pequeña, mi piel es muy blanca y tengo pecas en mis mejillas. Tengo una personalidad bastante complicada de entender pues a veces soy demasiado extrovertida y otras muero de la pena frecuentemente.

-Noet, baja ya a comer o te quedarás sin comida.- Dice mi madre a gritos desde la escalera, sí.. ella no es la típica madre de voz dulce y paciencia eterna pero debo mencionar que es muy bella aunque no tenga mucho parecido a mí. Su cabello lacio y un poco más oscuro que el mío, de estatura promedio, ojos color miel, su piel es blanca pero lleva unos días en el sol y le ha cambiado un poco.

-No tardo, sólo falta peinarme un poco- Le respondo algo fastidiada.

Después de pasar el peine por mi cabello. Bajo a la mesa, en donde ya están todos preparados para desayunar..

-Esta vez no tardaste tanto ''peinándote''- Dice Denis, mi hermano. Mientras hace comillas con sus dedos. -Lo fulmino con la mirada aunque sé que tiene razón, siempre termino peinándome en el autobús haciéndome una coleta de lado.

-!Denis!, mueve el trasero- le grito mientras subo al autobús, mis palabras no siempre son bien vistas por las otras personas así que siento varias miradas sobre mí *¡Qué incomodo!* pienso, mientras mi hermano se sienta junto a mí.

-Si sigues gritando de esa manera y con esas palabras me sentaré en otro lado, querida princesa con modales extraviados. -Me responde mientras ríe, y acomoda con sus manos su cabello lacio y pelirrojo realmente le luce con el color de sus ojos ,su piel blanca llena de pecas, y su pequeña boca.- Seré yo la que se siente en otro lado si sigues hablando.- le digo mientras acomodo mi cabeza contra la ventana.

Siento la mano de alguien balanceándome. -Denis deja dormir a la querida princesa con modales extraviados - digo sin abrir los ojos ni mover la cabeza de aquella ventana. -Pero la querida princesa de modales extraviados ya debe bajarse- Responde una voz masculina mientras ríe que obviamente no era la de Denis.

Me levanto asustada al ver que no era Denis quien estaba junto a mí, sino un chico fornido de cabello negro brillante, mirada penetrante y una sonrisa blanca acompañada por hoyuelos en sus mejillas. - Pe-pe...rdón pensé que eras otra persona-Le digo mientras tartamudeo un poco por los nervios que empezaron a expandirse por mi cuerpo y hacerme temblar.-No te preocupes, lo noté.. pero deberías limpiar la baba que dejaste en la ventana- me dice señalando esta con risa. Inmediatamente mis mejillas empiezan a tener un rojo llamativo mientras hago caso a sus palabras y volteo a ver la ventana en donde no había nada más que polvo.-¡Qué chistoso!-Vocifero mientras lo fulmino con la mirada. -Sólo era una broma querida princesa con notables modales extraviados, pero se te hace tarde.-responde mientras señala la facultad a la que asisto.

Me baje del autobús un poco molesta por su broma, no tanto por esta sino porque mi animo después de levantarme no es el mejor y menos cuando no es Denis quien está junto a mí sino un extraño al que le encantan las bromas.

*Pero.. ¿Y él quien es?¿cómo sabe a que facultad voy?¿y por qué resulto sentado junto a mí?*- pienso mientras disminuíami enfado por su broma pero aumentaba la intriga y el miedo.

-Deberías agradecer que gracias a mí tienes un nuevo amigo- dice Denis con un tono de gracia mientras se acerca a mí.-Mis amigos los consigo yo, gracias por el incomodo momento al lado de ese tipo con malas bromas y demasiada información-le digo mientras enarco una ceja y formo lineas de expresión en mi frente en forma de enfado. -De nada- Responde mientras se va en otra dirección al ver a su grupo de amigos.

Entre al aula y me senté al lado de Sheres. Mi compañera más cercana, ella es de estatura baja, voluptuosa, ojos claros y es bastante divertida. Le conté todo lo sucedido en la mañana.. mientras caminábamos a la cafetería , al sentarnos allí sentí una mano en mi hombro.. cuando le mire *¡joder.. qué molesto es!* pensé.