Capítulo IV: Amigos monstruos.

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Hola!

Aquí está un nuevo capítulo de este fic, veo que les está gustando, me alegra mucho.

Espero este capítulo les guste, y si es así, por favor voten :).

Ya saben, Gravity Falls NO me pertenece.


Capítulo IV: Amigos monstruos.

Al día siguiente, Bill y Will estaban en el jardín con un arco cada uno. Bill afilaba sus flechas con punta amarilla y tenía una sonrisa un tanto malvada mientras Will recargaba en su hombro una de sus flechas azules y tenía cara de aburrimiento y fastidio.

-Yo no sé porque papá me obliga a entrenar... sabe que soy pésimo en los deportes... ¡Además casi termino mi capa!

-¿Usted cree tener problemas, majestad? -Preguntó Soos acercándose. -Los músicos no paran de quejarse, creen que no les pagan lo suficiente por esto.

Luego los señaló y todos los músicos reales tenían dianas colgando de sus cuellos como collar y estaban muy enojados.

-Hoy es el día libre de los sirvientes y necesito practicar. -Dijo Bill malicioso mientras seguía afilando sus flechas. -Además que podré añadir a un gran animal a mi sala de trofeos cuando esto termine.

Soos suspiró. -¿Realmente cree que el príncipe Dipper siga vivo?

-El gran animal me guiará a él. Debo intentarlo.

Bill y Will se vendaron los ojos, y tomaron sus flechas de sus carcaj para empezar la cacería. Un silbato sonó y los músicos comenzaron a correr en todas direcciones. Bill agudizó su oído y usó sus poderes para saber dónde estaba su presa y disparar. Will hacía lo mismo pero no estaba a gusto. Mientras, Stan los miraba desde un balcón del palacio mientras tomaba un café. Parecía molesto aún por lo del día anterior. Se enteró del incidente y la desaparición de Dipper, y estaba preocupado pero seguía enojado con su hijo.

Una flecha le pasó enfrente rozándole la punta de la nariz y su mueca de disgustó se intensificó.

-¡Si me lanzas otra flecha, Bill, TE JURO QUE SACO EL OTRO OJO!

Gritó mientras agitaba su puño en dirección al rubio, pero a éste, pareció no importarle la amenaza de Stan.

-¡Yo nací sin un ojo, padre!

Gritó Bill para responder, pero siguió lanzando sus flechas.

Bill logró atinarle a todas las presas, mientras que Will sólo atinó como a cinco de doce músicos. Cuando el tiempo se terminó, el menor se quitó la venda, aventó el carcaj y el arco y se fue por su tejido sin importarle sus resultados.

Al rubio le dio igual, sabía que les atinó a todos (porque leyó sus mentes cuando sus flechas los tocaron), así que fue por su espada para practicar con un monigote, porque a los demás les daba miedo pelear con espadas con Bill, pues aparte de tramposo (porque usaba su magia), era muy habilidoso y letal.

Peleó un rato, dejando al pobre muñeco con marcas de cortes, pero se le veía aparte de todo, frustrado. Dejó de pelear un momento y recargó su mano en el hombro de éste.

-No pierdo las esperanzas... -Susurró. -Dondequiera que estés... te encontraré.

La noche cayó, y en el castillo que era ilusión de la magia de Phill, estaban una chica de cabello castaño con las piernas llenas de escamas rosadas y un top rosado también que en el centro tenía una concha blanca, sentada en una roca, y un chico albino que se arreglaba su capa negra con fondo rojo.

El bosque de los ciervos (BillDip) (AU) (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora