Capítulo 2 - La sudadera

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Antes de que pudiera darle más vueltas a mi pobre cabeza note como alguien me estaba babeando encima. Anais ya se había quedado dormida. Decidí salir con cuidado para no despertarla y taparle con una manta. Mira que era mona cuando dormía, ¡hasta parecía inocente! Decidí cogerme el saco de dormir y quedarme aquí para no dejarla sola. Creo que a veces era demasiado buena con ella.

Tarde una media hora en dormirme, pero al final los conseguí. Cerré mis ojos y me quedé soñando en como sería mi vida con Zayn. Estaba muy tranquila cuando  escuché un ruido que venía de la cocina. ¿Que hora erá? Las cuatro y media de la mañana. ¡Un ladrón! Cogí la lámpara que estaba al lado mía y me dirigí sigilosamente a la cocina. Veía una silueta pero no distinguía a nadie. Entonces salí corriendo y le dí con la lámpara pero no hizo mucho efecto...

-¡Ai nena! ¡Que maneras son esas!

-¡ANAIS! Pensé que eras un ladrón...lo siento.

-Da igual, aii. Jo nena me has hecho daño.

-Bueno vamos a dormir que mañana se te pasará.

Nos fuimos a dormir pero nos quedamos unos diez minutos hablando sobre Harry ya que Anais estaba un poco obsesionada con él. Yo solo escuchaba como hablaba sobre "su preciosa voz" y su "preciosa sonrisa que brillaba como la luna". Entonces nos dormimos.

Por la mañana decidimos ir a desayunar al Starbucks ya que nos encantaba a las dos. Me vestí con unos shorts vaqueros de cintura alta, una blusa blanca y unas vans rosa y lila. De maquillaje solo me hice la linea de arriba y muy poco rimel. Anais se puso guapísima con un vestido de tirantes azul con un estampado de gaviotas blancas, de calzado llevaba unas sandalias de cuero blanca. De maquillaje ella se hizo la línea, su puso rimel, colorete y brillo en los labios. Las dos íbamos con el pelo suelto. Hoy hacía un buen día y mira que eso era raro en el Reino Unido.

Cuando llegamos allí eran las 12. No había mucha gente y eso era raro. Cada una se pidio un frapuchino y una galleta gigante de esas que ponen. El desayuno estaba muy bueno y depués decidimos dar una vuelta por el centro de Cheshire para dar una vuelta. Entonces ví mi tienda favorita "Abercrombie". Arrastré Anais dentro y fuimos buscando unas sudaderas chulas. Había una estilo Super Man que me llamó mucho la atención y decidí probarmela.

-¡Te queda divina!- exageró Anais

-Gracias- dije mientras se sonrojaban mis mejillas.

Nos fuimos a la caja ya que Anais no se quería comprar nada aquí porque era un poco cara la tienda. Fue a darle mi sudadera al chico del cajero cuando me encontré a la persona menos indicada para encontrarme.

-Harry...- dije

-¡HARRY!- gritó Anais- ¿Que tal te va?

-Bien preciosa y a tí?

-Bien, bueno quería comprarme esta sudadera.

Después de que Anais me la comprara tube que sacarla de allí. Harry tenía que ser el que trabajaba allí.

-Por cierto, gracias por pagarme la sudadera.- dije

-Harry...me-me...ha llamado pr-preciosa

-Si te ha llamado preciosa, necesito unos pantalones largos, vamos.

-Aha- dijo Anais mientras babeaba.

-Si que te gusta Harry- dije mientras entramos en una tienda

-si...demasiado

-Díselo

-¡¿TU QUE TE HAS FUMADO?!

-Si eres perfecta Anais, seguro que le  gustas

-No se lo diré, jamás.

-Pues tu te lo pierdes. No te puedo obligar a que- me cortó Anais

-Shh, mira el mensaje que me han mandado los del insti. Han quedado en el centro, en Hollister. Vamos

-No por favor.

-Estará Zayn

-De todas formas no iba a hablar con él.

-Porfiii

-Vale...pero me debes una.

-¡Te pagué la sudadera!

-Pero tu querías. Bueno da igual vamos.

Estábamos caminando hacia Hollister cuando me puse la sudadera nueva ya que hacia fresco. Llegamos allí en 5 minutos ya que Anais iba corriendo. Cuando llegamos allí nadie se molestó en saludarme. Nadie excepto Zayn.

-Hola Raquel- me dijo Zayn- Mola tu sudadera.

-Gr-gracias.

-¿Cómo es que estás aquí?

-Anais quería venir...

-Bueno me alegro de que haya querido venir así he conseguido verte.

-MALIK- gritó Zac el capitan del equipo de futbol- No te molestes en hablar con ella, es una don nadie.

Notaba como se me estaban empezando a poner los ojos llorosos. Me tragué mis propias lágrimas para que nadie pudiera verme llorar. Tenía que devolverle el favor a Anais.

Empezamos a dar vueltas por el centro y a las 2 decidieron ir a buscar sitio para comer. Se fueron a un restaurante un poco pijo y preguntaron por la mesa.

-Mesa para 9- dijo Megan

-Somo 10...si me cuentas amí- le susurré con un poco de miedo

-Tu comes en el suelo chucho- me gritó con repugnancia.

Me dirigí a Anais y le di una mirada de "Me voy a casa, no aguanto más". Salí corriendo y en menos de diez segundos las lágrimas ya empezaron a caer. Podía notar el rimel corrido. Corría sin saber muy bien a donde iba. Mi casa no estaba lejos del centro pero estaba lo bastante lejos como para cansarme si iba andando.

No aguantaba cuando me insultaban. Ni me conocía y ya me estaba insultando. Como desaba no haber quedado con ellos. Si es que lo sabía, son muy malas personas. Y para el colmo empieza a llover. Menos mal que llevaba la sudadera puesta que algo me protegía. Entonces fue cuando noté dos manos sobre mis hombres, que me dieron la vuelta. Ya no caían gotas sobre mi delicada piel:

-¿Zayn, que haces aquí?- pregunté con la voz entrecortada.

Los Últimos Días de Verano (Zayn y tú) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora