「S h e」

909 57 4
                                    

— ¡Podrías dejar de comportarte como un crío y madurar! —el grito se escuchó por todo el reducido apartamento.

—Y tú eres la persona correcta para decirme que madure —dijo el menor de los hermanos, la burla estaba presente en su tono de voz, luego añadió —, Y deja de meterte en mi vida Itachi.  

Ambos comenzaron una guerra de miradas, obviamente una guerra que término perdiendo Sasuke. Itachi lo observó con dureza —No siempre estaré aquí para ti Sasuke.

Sasuke ya enfadado agarró su abrigo y salió del apartamento dando un sonoro portazo, irritando aún más a Itachi.

Ya fuera de su casa, su móvil sonó, una canción que nunca había escuchado, no le sorprendió ver que la persona que llamaba era Naruto.

"Él debió cambiar su tono de usuario" pensó con molestia, para luego atender la llamada. Lo primero que escucho fue la música, muy alta para su gusto. —Dobe, estamos en el club de siempre, ¿Vendrás?

—Voy —estaba lo suficientemente lleno de estrés como para ir a una de esas ridículas salidas para el club, donde él terminaría escogiendo a cualquier chica, se la llevaría al baño y ya.

Agradeció que las llaves del auto se encontraran en la chaqueta. Se subió al coche sin mucho apuro y emprendió su camino a club.  Al llegar pudo observar una fila larga en la entrada, con su sonrisa engreída camino por toda la fila, llegando hasta el guardia y le dijo —Soy Sasuke Uchiha, voy a la zona VIP.

No hizo falta decir más, pues el guardia se corrió de la puerta, dejándole la entrada libre, las demás personas empezaron a quejarse.

Él siguió su camino, a mitad de este pudo divisar una cabellera rubia, proveniente de su amigo, Naruto. Al llegar al lugar donde se encontraba el rubio se encontró con una típica escena de viernes por la noche. Todos sus amigos hablando, con un trago en una mano y acariciando a una chica con la otra.

Los saludo y empezó su búsqueda.

Todas las chicas lo aburrían de solo verlas, hasta que la vio a ella. Su cabello largo y lacio, sus ojos de un tono perlado. Y el rubor en sus mejillas. Si, definitivamente ella sería su presa de esa noche.

Opuestos ; SasuHinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora