Capítulo 35

195 15 0
                                    

- entradas? - Anahi repite. - Mi Dios, Alfonso! Ella podría haber caído y lastimado. Nunca volvería a encontrar! Debería haberme dicho al respecto.

- Lo siento, señorita. Anahi - dijo Kelly.

- No es tu culpa - dijo Anahi, abrazándola con cariño.

- Esta es la forma en que viene a mi habitación no es, papá? - Kelly miró a los dos, con expresión preocupada.

- Sí, princesa.

No es de extrañar que podía caminar por la casa con tanta facilidad. niña tendido en el suelo, Anahi se cruzó de brazos.

- ¿Qué noticias!

- Acabo de ir a su habitación - Alfonso explicó, sabiendo lo que estaba pensando.

- No creo que era mi - shot Anahi. - Después de todo, usted tiene muchas luces.

- Papá me leía todas las noches.

Anahí miró a Kelly, sin ocultar la sorpresa.

- ¿Qué? - Miró a Alfonso, los brazos al lado del cuerpo.

- ¿Lee para ello? Ir a la sala detrás de las paredes?

- Sí.

Anahí se adelantó y puso su dedo índice en el pecho.

- Eso es .... Es ... - Suspiró, apoyando su mano sobre los músculos fuertes. - Es maravilloso, Alfonso. Me alegro de que dos.

- Se cambia muy poco.

- Pero me permite ver quién puede conseguir por sí solo, si lo dejo.

Se inclinó y Anahi sintió el perfume que llevaba el aroma masculino, y sus sentidos afilada, lo que provocó una ola de deseo.

- Usted no va a desaparecer - murmuró. Ni siquiera podía pensar en ello. Ahora no.

- Por favor, señorita. Anahi, no vayas! ¡Por favor! - Preguntó Kelly, y el pánico en la voz de la chica entró por el corazón de Anahi.

- No te dejaré, miel. Todavía no - dijo en un tono más bajo a Alfonso, preguntándose cómo podía dejarlos algún día. - Te dije - murmuró. - No puedo seguir así.

Él inclinó la cabeza, la boca unos pocos centímetros de sus labios.

- Pero va a continuar.

Por Kelly. Eso es lo que quería decir. Pero Anahi está de acuerdo tan fácilmente, sin discusión.

- Vamos a continuar nuestra conversación más tarde, el Sr. Alfonso - dijo, dirigiéndose a Kelly.

- Sí, hermosa, que es correcto.

Sus palabras sonaron como una amenaza.

- Usted está enfadado con papá? - Preguntó Kelly, mientras Anahí sosteniendo su mano.

- Si querida.

- ¿Por qué?

- Porque es ... obstinado. - Estoy orgulloso con recelo. Yo quería creerle, confiar en ella. Y ese beso, como la noche anterior.

- Oh!

Anahí sonrió. Kelly no entendía, pero sostuvo su mano.

- Vamos bebé. Todavía tiene tiempo para tomar una siesta antes de la cena. - Kelly no parecía muy excitado, pero fue a la sala, sacudiendo Serabi contra su pecho. - En cuanto a ti, Alfonso ...

- ¿Sí? - Él respondió con calma, observando el cuerpo delineado por los pantalones vaqueros falda estrecha y recordar cómo se sentía que reacciona al tacto de sus manos.

Se detuvo en la puerta de Kelly y se volvió, mirándolo, medio oculto en las sombras.

- Tiene las piernas fantásticas - causado, mientras se mira en él.

Se rió, sintiendo que sus palabras hicieron que su cuerpo a quemar con el deseo, recordando la noche anterior. Y entonces la jamba de la puerta parecía una barrera. Por un lado sólo había soledad, rodeándolo como una nube sofocante. El otro era Anahi, la esperanza, la libertad y la oportunidad de tener más.

Anahi se volvió en la cama, inquieto, y por primera vez no se consoló el sonido de la lluvia y el trueno. Si el descanso no se agotaría el día siguiente, pensó, culpar a Alfonso. Después del baño y la cena para Kelly, había leído un poco más elaborado, tomando el té de manzanilla. Pero ni siquiera el alivio de encontrar una chica sana y salva y la alegría de saber que Alfonso pasó un tiempo con ella podría aliviar la tensión que dominaba.

Estaba inquieto, agitado, consumido por la pasión y el culpable era Alfonso. El tiempo que había pasado en sus brazos no salió de la memoria. Sacudir las sábanas a un lado, se levantó y se acercó a la ventana. Tirando de las cortinas, se sentó en la siguiente silla y contempló la tormenta. El mar estaba oscuro, y enormes olas estalló una espuma blanca que se destacó en la luz de un rayo. Se sentía exactamente igual que el mar, vive agitado, salvaje.

En cuanto a la túnica en la silla, se preguntó si Alfonso debe buscar y tratar de convencer a confiar en ella. Pero sabía que no lo haría. Que haría cuando estuviera listo. Si alguna vez fuiste ...

El Bello y la Bestia •AyA• (Versión en español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora