Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]

Capitulo 33

Narra Samuel.

"No termino más de dar estas malditas clases"

"Joder, quiero irme y encerrarme en mi cuarto lo que resta del día"

"Guille, te ves tan mal. ¿Yo, acaso, estoy igual? Pues, supongo que sí. Sólo hay que ver cómo eh venido de desprolijo hoy"

-..., la literatura argentina (Se. Agarré un libro para poner ésto. Y sí, soy de Argentina XD ) evidenció un paulatino abandono de los elementos modernistas. En cambio, comenzaron a aparecer, por un lado, textos que presentaban rasgos de las estéticas vanguardias y...- esta clase es muy aburrida. 

Ya no era el mismo. Eh cambiado gracias al comportamiento de Guillermo hacia mí y por mis estúpidos sentimientos hacia él. Las cosas se complicaron demasiado en éste último tiempo y ya no sé cómo es que debo comportarme. No sé qué es lo que eh hecho mal, siempre sé cómo controlar cualquier situación que se me presentase... pero ésta me enfrentó muy duro, y me rendí ante ella.

Cuando por fin sonó la campana anunciando el término de las clases di un enorme suspiro. Cerré el libro que tenía entre mis manos y me acerqué al escritorio, dónde lo dejé dando un golpe seco. 

-Bien, chicos. No olviden hacer la tarea de la página 77. Que tengan un buen fin de semana.- me despedí, sentándome en mi silla y llevando una de mis manos hasta mi frente dónde hice presión sobre el fuerte dolor que tenía.

Ordené todas mis cosas mientras los alumnos aún seguían saliendo, algunos charlando y, otros, como Guillermo, en completo silencio y con la cabeza gacha. Cuando levanté la vista para irme vi algo que me llamó mucho la atención: Garnes, el "amigo" de Guillermo, le daba un papelito a otro chico de la clase luego de darle un beso en la mejilla, por lo cual el otro chico se sonrojó. Traté de hacerme el disimulado mientras Garnes pasaba por mi lado, diciendo simplemente "Buen fin de semana, profe" mientras que yo le respondí con un simple "Hasta luego". Entonces observé al otro chico que seguía de pie y con su mano en la mejilla dónde Garnes le depositó aquel beso. ¿Acaso son pareja? Es obvio, ningún chico se comporta así con otro, a no ser que anden en algo. 

Me dirigí a la salida del establecimiento ignorando completamente a todo el mundo, hasta incluso a aquel joven, delgado y bajo chico, que quedó dentro del salón de clases. Me dirigí al estacionamiento, subí a mi coche y conduje en completo silencio hasta la casa de mi tío. Al fin podría descansar. 

Pero no todo resulta según mis planes.

Cuando llegué y abrí la puerta, mi novia vino corriendo hacia mí y me dio un enorme abrazo con una gran sonrisa en su rostro. 

"Genial. Lo que me faltaba" pensé mientras rodaba los ojos, aún mientras ella me abrazaba.

-¡Cariño, te he extrañado tanto!- dijo aún con su agarre.

-Creo que yo sobro aquí.- escuché a Guillermo decir. Entonces me solté del agarre de mi novia y observé como Guillermo subía las escaleras a pasos lentos. 

-Parece un chico muy perturbado.- comentó mi novia mientras también lo observaba.

-Lo es.- le contesté para apartar la mirada de Guillermo y dirigirla hacia ella.- ¿Puedo saber a qué se debe tu visita?- le pregunté forzando una sonrisa.

-¿¡Acaso no puedo venir a verte!?- exclamó para dirigirse a la sala y sentarse sobre el sillón. Ese sillón lleno de tantos recuerdos. Me acerqué a ella aún con el maletín en mano y me senté junto a ella, dejándolo a un lado.- Estamos tan cerca y nunca vienes a verme. Me siento muy sola en ese departamento.- e hizo un puchero el cual, en tiempo pasado, me habría vuelto completamente loco.