CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

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ZETH

La noche esta tranquila, apenas comienzan a llegar los primeros invitados del baile. Raiyel se encuentra en uno de los costados de las grandes puertas observando a todo el que entra, su traje de color dorado resalta todavía más su perfección y su diferencia con los simples humanos aquí presentes. Por lo que me explico unas horas antes otro ángel tiene la intención de asistir a la gala, Ithuriel entra con sus imponentes alas blancas bien peinadas vistiendo un traje gris, su cabello plateado le llega por debajo de la barbilla y sus ojos, del mismo color, hacen que todo el sea una combinación de plateados y grises.

Se alejan y entablan una conversación muy corta pero a mi no me pasa desapercibida la manera en que Ray toma ligeramente su mano y la suelta solo un segundo después.  Sonrío para mis adentros, ¿quién lo hubiera imaginado?

El salón de baile pronto esta lleno de personas vestidos con sus mejores galas, no es por nada pero yo tampoco me veo muy mal del todo. Me había afeitado, peinado y enfundado en un traje negro hecho a la medida. Si voy a ser degollado por un demonio al menos que me vea decente.

Suenan unas trompetas y de la escalera que conecta el vestíbulo con el salón de baile comienza a bajar la familia real. Los reyes tan imponentes como siempre, van vestidos de acuerdo al color de su estandarte, verde. Flanqueándolos se encuentran dos hombres con estos estandartes en lo alto completamente verdes y el en centro una espada con alas en llamas, ya se, suena a un dibujo de niño de primaria y es porque probablemente así fue.

El primer rey de Brarmon fue el mejor amigo de uno de mis descendientes. Sus padres estuvieron ahí cuando mi antepasado recibió el fuego de los ángeles, como habrán intuido ambos padres mueren, el niño pequeño es elegido por el pueblo como rey y mi tátara quien sabe cuantas veces abuelo se queda como su mano derecha. Como hasta nuestros días.

Volviendo al presente, Alysa va reluciente, literalmente, no se puso otra joya porque ya no le cabía en su cuerpo, su vestido enorme de color rosa pastel y su peinado a la moda no oculta cierto temor de su mirada, y como no, si Kalia me hubiera amenazado y yo fuera una persona tan superficial como ella, también estaría aterrado.

Arsen va con un traje verde, sí, verde. No entrare en detalles con el porque no considero necesario describir un traje que brilla.

-No ha de tardar- Raiyel aparece a mi lado con Ithuriel a un costado.

-Lo sé.

-Ya sabes lo que tienes que hacer.

-Sí.

-Bien.

-Hola, soy Ithuriel- el ángel extiende su mano y yo la estrecho.

-Zeth

-¿Pero que es esto? Cómo te atreves a hacer un complot, estamos aquí actuando todos serios como amerita la ocasión y te presentas con el traidor.

Ithuriel suelta una carcajada y me giña un ojo.

-Oye ya tiene suficiente presión sobre sus hombros, nos es malo tratar de ser amigable.

-Amigable, ¡Amigable!

-Ya deja de ser exagerado y vamos a nuestras posiciones, suerte Zeth la vas a necesitar.

-Gracias, ¿algún consejo?- ambos se voltean a ver y se sonríen, se ven bien juntos, es como una combinación entre frio y calor. No sé como explicarlo.

-No la cagues

-Di lo que sientes. - Ithuriel menea la cabeza al oir lo que Ray dijo- eres un inmaduro.

Se comienzan a alejar y yo acada vez me siento más nervioso. La fiesta recorre con normalidad, la princesa ha bailado como con seis pretendientes ya y al parecer se esta calmando. De la nada todo el mundo guarda silencio, volteo hacia las escaleras y me doy cuenta del por qué.

Kalia baja las escaleras con una increíble delicadeza, desprende seducción. Sus rizos caen sobre sus hombros desnudos ligeramente controlados con perlas. Su vestido azul marino la hace resaltar como nadie. De la parte de abajo tiene ligeros brillos para  que al caminar parezca una estrella. El escote pronunciado sin ser muy revelador deja con ganas de más. Noto como la respiración se me entrecorta. No puedo pensar claro, es demasiado hermosa. Sus alas negras se extienden creando un halo, las deja caer a propósito para hacer el efecto de que es una prenda más de ropa aunque todos saben que son sus alas y que son despampanantes.

Alguien a una corta distancia comienza a caminar hacia ella, Joe, o rayos. No, el plan es que yo vaya y la tome desde que baja las escaleras. Comienzo a caminar apresuradamente, Joe me ve y aumenta su paso, esto ya es personal.

Llegamos al inicio de las escaleras y ambos levantamos la mano para que Kalia la acepte. Ella esboza una sonrisa que hace que mi corazón se agite. Alza su mano, ¡va a tomar la mía! todavía no esta todo perdido. Entonces pasa su mano sobre la mía sin siquiera rosarla para depositarla sobre la de Joe, este sonríe satisfecho y se la lleva por entre la multitud que aún la observa.

-Eso fue desgarrador.

Bastiaan aparece a mi lado y me da una palmada en el hombro. Su cara expresaba la duda y la confusión que estaba experimentando.

-¿Qué paso?- Suspiro y le cuento.

-Te diría que todo lo que tocas lo quemas pero sonaría muy literal.- suelto una carcajada.

-Desde ¿cuando tenemos esta confianza?

-Desde que creiste que me gustaba Kalia y finalmente te diste cuenta de que era casado. - esbozo una sonrisa recordando lo tonto que había sido.

-Por cierto, ¿cómo fue todo con tu esposa?- su rostro se ilumino.

-Perfecto, es una hermosa niña, no vino porque aun esta un poco débil, fue un parto laborioso.

-Me da mucho gusto.

Kalia esta bailando con Joe, en eso se mueve y entra en una conversación de la princesa con un hombre muy guapo. La observo, le hace ojitos al rubio  frente a la princesa y esta se intenta defender airadamente pero ya es muy tarde, Kalia tiene la completa atención del desconocido y este la invita a bailar. La princesa rechazada cuadra sus hombros muy airadamente y va a por otro. Esto va a durar rato.

-Pues a que esperas hombre, ve por tu chica.

-Eso planeo. Por cierto, ¿has visto a Hila o a Leander?

-Hace unos momentos estaban jugando con los otros niños y déjame decirte que Leander esta enfrascado en una conversación muy interesante con una jovencita de su edad.

-¿A si?- sonrio, mi hermano es de fácil enamoramiento- Haber si eso los distrae un rato para que yo pueda solucionar esto.

-Tu puedes tigre.- me comienzo a alejar en dirección a Kalia cuando Bastiaan me habla. -Zeth, no la dejes tocar fondo.

-No tengo planeado hacerlo, aunque es más probable que el que termine pegado al piso sea yo después de que me deje caer de lo alto de la torre.

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Lamento tanto no haber subido. La escuela me traía como loca pero ya acabé.

Así que espero poder estar subiendo capítulos más seguido. Me interesa mucho su opinión, haganmela saber. El capítulo esta narrado por Zeth porque creo que es lo propio dada la situación  y así va a continuar hasta cierto punto...

Gracias por aguantarme y seguir leyendo.

Con cariño, Dany.



A prueba de fuego.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora