deformity; yoonmin

Capítulo Único.

Platón solía decir que la belleza es una idea sobrevalorada por la existencia y que dentro de quinientos años estaría vista  como una necesidad primitiva;  Platón estaba en lo cierto.

Pero también decía que la belleza es la manifestación de la bondad en el alma.

Mentira, porquería dramática y religiosa.

Nada más que porquería.

Yoongi odia la belleza, esta peleado con ella. No es por que el no sea físicamente agraciado -o tal vez sí-.

Es sólo que su contextura física no ayuda mucho, es bajito, delgado, pálido, sus ojos son pequeños al igual que su boca y a eso él agregaría el terrible hecho de que la mitad de su rostro esta cubierto de cicatrices rojas además de las abundantes pecas.  

Es feo realmente, lo es.

¿Y eso que?

Que sea feo no lo hace ser malo, no significa que también sea desgraciado por dentro.

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Yoongi trabaja en la bodega de un supermercado, esta ahí haciendo inventarios y balances, alejado de la sociedad por que verlo implica a tener un buen susto; para él eso está muy bien por que prefiere quedarse dentro a arriesgarse y que alguna  persona pregunté como es que ha obtenido tal desgracia. Normalmente los domingos estaría en la comodidad de su hogar viendo Discovery Investigation, sin embargo ahora está ahí, sobre su escritorio cubriendo horas extra que por supuesto no ha pedido pero se ve en la forzosa necesidad de rendirlas.

Eso no le molesta en lo absoluto, adora su trabajo y adora más el saber que recibirá más wons en su billetera.

Esta molesto por que labora junto a Park Jimin, quien hace más de veinte minutos no deja de verlo.

Park Jimin es guapo -mucho, demasiado- eso le molesta.

En un escala de  gráfica del uno al diez, Yoongi cree ser un cuatro y Jimin un diez.

— ¿Entonces?

Park no sólo es guapo, si no que su voz también lo es, un poco suave, un poco ronca, es una mezcla perfecta.

— ¿Entonces que?

—  ¿Cual es tu nombre?

Yoongi señala su gafete.

— Ah, ¡Min Yoongi! — Jimin ha sonreído tan ampliamente que sus ojos se vuelven una línea de escasas pestañas — yo he escuchado hablar de ti, pero jamás te había visto, no eres como todos te describen...

Yoongi quiere golpearlo en la cara, deberás que lo desea.

—... No tienes escamas ni ojos de pescado, tampoco tu olor es desagradable...

— Ni lanzó fuego por la boca.— es lo que comenta Yoongi por primera vez en la noche.

Jimin ríe y eso parece muy natural, no ha hecho ningún comentario ofensivo ni preguntas inapropiadas. A decir verdad casi hace reír a Yoongi, casi.

Jimin piensa que Yoongi es una hermosa deformidad

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Cuando la jornada finaliza Jimin se ofrece a acompañarlo a casa, pero Yoongi se niega. Después de insistir cinco veces más y Yoongi accede.

Caminan de manera lenta, disfrutando de la brisa nocturna, en el trayecto ninguno de los dos hace algún comentario, ni un suspiro.

Yoongi se detiene en la puerta de su pequeño hogar. No sabe que decir.

— Bueno, llegaste sano y salvo, mi trabajo aquí término.

Yoongi asiente pero Jimin continúa de pie frente a él con las manos en sus bolsillos.

Sabe que lo está viendo, esta viendo la parte dañada de su rostro y cuello.

— ¿Vas a preguntar qué es? — Yoongi toca el área dañada, no en realidad está cubriéndola.

— Lo haría, claro, pero esto sería incómodo.

Jimin quiere no sonar pretencioso, pero lo hace.

Yoongi ha decidido que abrir la puerta y dejar a entrar a Jimin es lo mejor.

Se muerde el labio antes de quitarse la camiseta.

— Cuando tenía quince años estuve en un incendio y la mitad de mi cuerpo hasta el torso se vio afectado. — Jimin seguía sin decir algo.— yo lo provoque, se que es horrible. Se que soy horrible...

—Yo pienso que eres hermoso. — lo interrumpe por que sabe que se está dañando.

Reprimió sus ganas de llorar.

La belleza de Jimin era totalmente proporcional a la bondad en su alma.

— No sientas lastima.

— No siento lástima, hyung. Yo... Yo si sabía tu nombre y quien eras, yo solo quería que me concedieras un momento. — hace un pausa, Yoongi esta igual de confundido que él. — pero es que siempre huías de mí.

— ¿Esto es una broma? — pregunta, por que ya ha pasado.

— ¡No! Yo mismo pedí que te asignarán este turno para poder acercarme a ti.

— Largate. — pide en susurro y Jimin siente como las palabras retumban en sus oídos.

Sus palabras arden en el pecho, pero sigue de pie.

Intenta decir algo, pero los labios de Jimin lo han callado y no sabe por qué pero esta correspondiendo con la misma intensidad y desesperación.

Sus labios chocan y succionan, la saliva se mezcla y sus pies dejan de tocar el  suelo, no es por que el beso sea tan maravilloso, si no que torpemente Jimin subió las piernas  del mayor para entrelazarlas en sus caderas. Esta abrazándolo muy fuerte y no se da un respiro para besarlo, no quiere lo ve innecesario.

Terminan en la cama de Yoongi, sin avergonzarse de su desnudes y este último permite que Jimin haga de su cuerpo lo que quiera, puesto que Yoongi sigue en la nubes.

Hay labios que chocan, succionan y muerden, gemidos que son reprimidos y otros no tanto.

Susurros placenteros que se han vuelto gritos y besos inocentes que van a partes que para Yoongi sería vergonzoso mencionar.

Terminan sudando, con las sábanas blancas pegándose a su piel y enredadas en sus piernas.
Jimin está tocándo y besando su rostro de el lado donde se encuentran las cicatrices, Yoongi siente que con beso esta borrandolas, así que se limita a sonreír.

— Hace quince horas quería golpearte en el rostro.— dice Yoongi cuando cruza los brazos sobre el pecho de Jimin.

— ¿Y por qué no lo hiciste?

— No lo sé, tienes algo que me hizo pensarlo dos veces.

Jimin está riendo.

— ¿Por que me besaste y no solo te fuiste?

Jimin, ciertamente esta enamorado de Yoongi, esta enamorado de la forma en que lo ve y frunce el ceño.— No lo sé, tienes algo que me hizo pensarlo dos veces.

Quien ríe ahora es Yoongi, tal vez por que Jimin ha robado su frase o tal vez por que simplemente necesita hacerlo.

Y en una escala de evaluación gráfica del uno al diez, Jimin cree ser un cuatro y Yoongi un diez.

-Fin-

Si llegas hasta aquí gracias por leer.

- kell xx