El pequeño Primo Hongki

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El molesto ruido del teléfono lo despertó, se había olvidado de apagarlo antes de dormir. Refunfuñando porque quería dormir más, atendió la llamada sin saber de quién se trataba.

-Aquí Myungsoo. – respondió con voz áspera y totalmente adormilado. Era un sábado por la mañana, muy temprano para su gusto.

-Myungsoo, soy Jihyo, necesito que me hagas un favor. – la voz de su prima lo terminó de despertar, y con un pequeño suspiro le hizo entender que la escuchaba. – tengo que hacer un pequeño tramite y no tengo con quien dejar a Hongki. ¿Podrías hacerte cargo de él? Serías mi salvación.

-¿Y Omma? – preguntó, no tenía ganas de hablar y menos de cuidar a su primito. A pesar de que le gustaban los niños, ese día quería dedicarse a salir y tomar fotos por el parque para su exposición pero teniendo a su cuidado a un bebé no podría hacerlo.

-No puede, no está en casa. Por favor. – le suplicó y supuso que estaría haciendo un suave puchero.

-Pero estoy solo hoy. –le aclaró, puesto que no era la primera vez que se quedaba el pequeño a su cargo, solo que sería la primera vez que lo cuidaría solo.

-Lo sé, sé que ella no está pero es de extrema urgencia. Prometo prepararte una de tus comidas favoritas cuando los invite a cenar. – volvió a suspirar y se lo pensó un momento. A él le gustaba la comida de su prima, y lo que debía hacer para cuidar al niño no era tan difícil, había visto a su novia hacerlo miles de veces, así que ¿por qué no?

-Está bien, ¿a qué hora lo traes? – preguntó mientras se sentaba en la cama y se rascaba la cabeza antes de bostezar.

-En unos 15 minutos estoy por ahí. – canturreó feliz por haber obtenido lo que quería y cortó la llamada.

Myungsoo gruñó y salió de la cama descalzo para buscar que ponerse y darse una ducha rápida. No tardó tanto en salir del baño, y se acomodó un poco el cabello. A pesar de que se encontraba solo, mantenía todo lo más ordenado posible ya que no quería un reto de su novia. Hablando de ella la extrañaba, y eso que solo se había ido por una semana en un viaje de placer con sus amigas.

Estaba por tomar su teléfono y así mandarle un mensaje cuando escuchó el timbre. Bajó con algo de rapidez las escaleras y abrió la puerta apenas llegó, encontrándose a su dulce prima con su adorable hijo. Le dejó espacio para que pasara pero ella negó y le entregó un bolso, para luego darle al bebé y seguido dejar cerca de la puerta su cochecito.

-Muchas gracias, Myungsoo. En verdad te debo una – besó su mejilla fugazmente, y besó por más tiempo la del pequeño – Nos vemos, Hongki, pórtate bien y hazle caso a tu primo. – luego de sus palabras salió rápidamente del departamento, como si fuera una prófuga de la ley. Y en ese momento pensó que tal vez era así y por ello le había dejado todas esas cosas, aunque no quería creerlo para no entrar en pánico.

- Ni siquiera me dio tiempo de decirle hola. –murmuró y miró al pequeño ser que estaba entre sus brazos. – Bien Hongki, vamos a la cama un rato, el primo aún tiene sueño.

El pequeño no había hecho ninguna expresión, y Myungsoo supuso que tal vez era así por su genética, después de todo le decían habitualmente que él tampoco era muy expresivo. Sin darle más importancia al asunto, dejó el bolso en el sofá y solo tomó el conejo de peluche, Ping Pong, que tanto sabía le gustaba al pequeño por las veces que su novia se lo había comentado. Subió las escaleras con tranquilidad hasta llegar a la habitación y dejó primero al bebé en la cama para luego acostarse a su lado.

-Bien, vamos a dormir un poco – le dijo al pequeño mientras sonreía y este se acercó a él para obtener su calor, cerrando sus ojitos para conciliar el sueño. Myungsoo satisfecho por su accionar, lo imitó, dejándose llevar por el cansancio.

El pequeño primo Hongki (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora