Life Was | Harry Styles

Capítulo nueve

— ¿Quién es la bebé más linda? — murmura Harry con una pequeña sonrisa, viendo a su bebé, quien ésta le miraba con sus ojitos llorosos. — Pues tú. Papá te ama, amor.

Darcy soltó unos balbuceos. Ya que aún no ha dicho su primera palabra y por lo tanto sólo sonidos salían de sus labios. 

Harry continuó meciendo a su bebé en sus brazos. Poco a poco los ojitos verdes de la pequeña fueron cerrándose hasta quedar completamente dormida. Éste sonrió y besó la frente de su hija. Fue y la dejó en su cuna, tapándola con una manta encima.

Con mucho silencio, salió de su habitación y apagó la luz.

Caminó hacia su cuarto, entrando y viendo a Ariana maquillándose frente al espejo de su peinador. Era raro porque era de noche, ¿a dónde saldría? Su esposa se giró a verlo y miró la cara confusa de Harry.

— ¿Qué pasa? — alzó una ceja.

— Vine a decirte que ya dormí a Darcy. ¿A dónde vas tú, eh? — frunció su ceño.

— No te importa, Styles. — dijo y se volteó nuevamente para continuar con su maquillaje. Harry no podía dejar de admirar su belleza pero no le diría porque ella últimamente ha estado actuando raro. Con lo poco que la ve, se ha dado cuenta. 

— Que nos vayamos a divorciar en una semana y media no significa que no me interesas. — gruñó, le molestaba el hecho de que Ariana le tratara mal.

— Saldré un rato, ¿bien? — dijo entre dientes.

— Eso ya me di cuenta. ¿Con quién?

— ¿Puedes irte y cerrar la puerta? Gracias — aplicó su labial, Harry rodó sus ojos y se marchó.

Bajó las escaleras para llegar a la primera planta. Ya faltaba muy poco para separarse de su esposa, el tiempo se estaba pasando muy rápido. No podía creer que en una semana y media iba a marcharse. Mason aún no lo sabía, y temía por su reacción. Jamás quiso darle una vida de padres divorciados a su hijo, pero las cosas pasaban y era lo mejor separase a tener que presenciar una vida de pleitos. También pensó sobre el lugar en donde se quedaría, pensó buscar unos departamentos pero no había unos cerca de aquí y no quería vivir muy lejos de sus hijos. Todo estaba hecho en líos.

Miró a su hijo, quien veía televisión en la sala. Se sentó a un lado de él en el sofá y miró la pantalla junto con él. No le prestó atención a los dibujos animados que estaban pasando, sino, al como comenzar a decirle que se separará de Ariana.

— Campeón...— comenzó.

— ¿Si, papá? — él se giró a verle.

— Quiero que me pongas mucha atención — cogió el control y apagó el televisor — Quiero hablarte de algo delicado y espero puedas comprenderlo.

— S-si — musitó nervioso.

— Verás, desde hace meses tu mami y yo...— se le vio interrumpido por el timbre.

Confundido, se paró del sofá y caminó hasta la puerta principal. Creyó por un momento que era su madre, pero al abrirla, se encontró con un hombre trajeado y un ramo de flores en sus brazos. Harry alzó una ceja, y sin decir nada, oyó los tacones de Ariana bajar con prisa las escaleras. Se veía muy hermosa con ese vestido azul marino adornando su cuerpo y sus curvas. Jamás se había arreglado tan preciosa y a la vez perfecta. O bueno, para él nunca, y le dolía el alma al darse cuenta que lo hacía para otro hombre. Harry cerró sus labios entreabiertos y miró a Ariana con su ceño notablemente fruncido. Su esposa no le hizo caso y sonrió enormemente hacia su cita, tomando las flores con una sonrisa. Se saludaron de un beso en la mejilla y Harry no pudo evitar sentirse a un lado junto con ellos. Sin apartar su mirada de ellos, Ariana se despidió de un beso al aire de Mason y se marchó junto con el hombre al auto.

Harry cerró la puerta furioso.

— Papi, ¿quién era él? — preguntó Mason con inocencia.

— Ni yo tengo idea. Pero venga, no te preocupes — torció sus labios, sintiéndose terriblemente mal por dentro.

— Por cierto, ¿Qué ibas a decirme hace unos momentos? — volvió a preguntar.

— Nada. ¿Ya cenaste? — él negó, viendo a su papá con un ánimo distinto — Bueno, ¿qué tal si hacemos la cena juntos? Supongo que tu mamá no llegará pronto.

— Si, está bien...— sonrió.