Princeso (LARRY STYLINSON)

Cómplice

Era viernes y como todo día de semana Harry miraba su reloj, esperando que este aparato le indicara que eran las dos en punto para poder salir de su casa rápido e ir a su escuela, no porque fuera puntual, ni tampoco porque quería llegar tarde, a esa misma hora siempre salia Louis de su casa, pasando por frente del hogar del rizado.

Sus casas estaban una al lado de la otra, Iban al mismo instituto ademas sus hermanas Gemma y Felicite eran amigas, esto a Harry le encantaba ya que se le hacia mas fácil ver al castaño.

- ¡MAMI¡- Grito el rizado, haciendo que su madre se asustara.

- ¿Que pasa cariño? Casi haces que me queme prendiendo la cocina.- Dijo Anne tocándose el pecho.

- Solo quería decirte que ya me voy a la escuela.- Dijo el ojiverde.- ¿Haz visto mi mochila?

Harry usaba una mochila rosa con dos pequeños conejitos colgando en su bolsillo pequeño, aveces se burlaban de el pero eso no le importaba.

- Harry dejaste tu mochila en el baño, cariño no pierdes la cabeza porque la tienes puesta.- Regaño Anne.- La mochila esta en el living.

-Gracias mami, prometo ser mas cuidadoso.

- Ay Harry esta es la quinta vez que me lo dices.

- Lo siento.- Dijo el rizado y planto un beso en la mejilla de su madre, ella solo sonrio y siguio cocinando.

El ojiverde salio corriendo de la cocina hacia el living en busca de su mochila, eran las dos y tres minutos y el no estaba afuera, se apresuro y miro por su ventana y vio pasar a Louis con sus pantalones negros ajustados y su chaqueta de cuero del mismo color, que lo hacían ver mas sexy.

Se apresuro corriendo de su casa y al llegar afuera camino de la manera mas tranquila posible disimulando que estaba espiando al ojiazul.

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Habían llegando a la escuela, Louis bajo rápido del autobús y claro Harry detrás de el.

Hacia frió Harry traía su sweater que le había tejido su abuela para su cumpleaños, era negro con pequeños dibujos blancos adornando algunas partes de este abrigo.

El rizado miraba a su amor platónico mientras este caminaba con sus ojos tan azules y frios como el hielo e imaginaba que entraban juntos a la escuela tomados de la mano.

- HARRYYYYY CARIÑOO.- Una voz lo saco de sus pensamientos.

El nombrado giro su cabeza asustado para ver quien lo llamaba.

- Oh Vianey eres tu, casi me muero no hagas eso de nuevo o me haré pipi.- dijo este tocándose el pecho, ''esto es karma, perdóname mami'' dijo en sus adentros.

Vianey era su mejor amiga, una joven de dieciséis años, llevaba siempre lentes que la hacían ver mas sexy sus ojos eran color negro con maquillaje del mismo color debajo de estos haciéndolos ver mas profundos y oscuros.

- Ricitos ¿otra vez mirando al idiota ese? cómelo con la mirada.- Dijo su amiga.

- Lo siento, ¿se nota demasiado?.- Y el rizado se puso rojo como un tomate y empezó a jugar con sus dedos nervioso.

- Ya ven, eso no importa.- Rió Vianey y abrazo a su amigo.- Oye tus rizos huelen a limón, ¿que carajos te hechas en el cabello para que huela tan bien?

-Mi mami me compro un shampoo de bebes.- Dijo tímidamente

- Harry.

- ¿Si Vianu?