Aprendiendo a vivir

Realidad.

Melody. Mama. Mentira. Solo pienso en ella. En el porque no me lo contaron nunca. Porque mi padre biológico me abandonó. Dicen que siempre hay una puerta por abrir, pero la mía tiene cerradura y yo no tengo la llave.
No sé qué hacer con mi "madre", por una parte la entiendo, y por la otra me decepciona.
Cada palabra que salió de Judith, de Markus y de Melody. Todos confiaban en mí, y a cambio yo les di la muerte.
Antes de que pudiera seguir pensando, mi supuesta madre me interrumpe:

-Tessa, puede que no la hayas conocido, pero sabes que te quería. Ella, antes de morir, les dio a los médicos un amuleto, un amuleto que me dieron a mi para dártelo a ti para cuando fueras más mayor.
- ¿ Me lo podrías dar ?
- Claro, todo tuyo.

Me dio el amuleto en las manos. Parecía viejo, pero precioso. Seguro que ella me quería, y como siempre yo le di la muerte. No tengo amigos, no porque sea antisocial, sino porque sé que la otra persona acabará mal. El amuleto me daba sensaciones extrañas, es como si ya lo hubiera tenido. Bueno es obvio, fue de mi madre.
De repente todo se esfuma. Incluida mi "madre". Todo es vapor. Para cuando el vapor desaparece yo ya estoy demasiado lejos de la realidad.
Se acerca una mujer y un hombre. Parecen felices. Se enamoran y tienen una hija. La madre muere. El padre la abandona.
¿Porque mi subconsciente es tan cruel conmigo?
Este amuleto me va a traer problemas. Pero no lo puedo tirar, en fin y en cabo es de mi madre, que en paz descanse.