Los clichés de Elena

Sabor amargo

Siempre hay alguna parte mala de las personas. En resumen.

Jeremiah: Era un asco, alguien engreido al máximo, creía que era indispensable para todos, suponía que yo no lo dejaba de pensar y esperaba siempre que yo hiciera caso a sus coqueteos, pero ¡demonios! El tipo era un completo idiota exagerado, lo único realmente bueno era su generosidad para dar buenos regalos e invitarme a buenos lugares.

Brend: Fuimos novios a distancia a los 12, solo por un par de meses, nunca nos hemos visto en la vida puesto que el vive en otro país. Seguimos hablando de vez en cuando pero aunque tenga novias, no deja de usar palabras dulces al hablarme, realmente, creo que es su único mal, bueno eso y su lamentable posibilidad económica. De ahí en fuera, es muy lindo. Pero no es mi tipo.
Blake: Cuando recién nos hicimos novios todo marchaba como ya les había contado, pero quizá era porque su padre y su madrastra lo tenían muy bien cuidado, aunque de vez en cuando lo trataban muy mal, él decidió irse a vivir a unas cuantas millas de casa con su madre y su nuevo esposo y ahora él tiene más libertades, las cuales hacen que haga cosas que antes jamás hubiera hecho, ¿cómo que? como estar en fuertes situaciones con una chica (la ex de la limpieza) y tomar hasta vomitar unas cuantas veces. Eso ha hecho nuestra relación un verdadero desierto.

Pero en este desierto siempre debe haber un oasis, y ese oasis para mi es Chucky

Chuck: Es un mujeriego, demuestra demasiada tacañés a pesar de los miles de pesos que su padre posee y pues el ser hijo único ya lo hace sentirse el centro de la familia, ser apuesto le hace creer ser el centro del universo, le gusta tener siempre la razón, se calienta rápido y es poco frecuente a querer salir conmigo pero no dejo de pensar en el, nos gustamos hace un tiempo y jamás pasó nada pero siempre nos hemos seguido tratando lindo, lo cual provocó que yo lo usara para vengarme tantito de Blake el día que estuvo con la chica de la limpieza.