Prólogo

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Las personas cuentan que en los momentos que la vida esta en riesgo y la muerte asecha nuestra vida pasa como una película ante nuestros ojos.

En mi experiencia no solo veo la mía, si no también la de Jose... Un montón de momentos juntos desde el día que comencé a trabajar como su guardaespaldas hasta hoy que me ha tocado protegerlo de verdad.

Nada de intimidar a personas a su alrededor con el arma, ahora fungiendo como una guardia de verdad.

Miro sus ojos fuera de si, lo que en días pasados fue blanco se mira de un color rojo sangre, debe tener unos cuantos derrames. La barbilla le tiembla al hablar pero sostiene el arma con una firmeza que no creí posible para alguien en tal estado.

—Esto es lo que te mereces —Pasa el torso de su arrugada mano por su nariz para recoger el fluido que le escurre y puedo ver unas gotas de sangre salir. Está más drogado de lo que pensé.

¿Donde están las empleadas cuando se necesitan? ¿Carolina salió? Mierda, me sudan las manos y temo que al sacar mi arma cometa una estupidez.

—Hablaremos cuando te calmes y sepas lo que quieres —Jose intenta hacer que Alberto se tranquilice.

—Y una mierda Sky, tú me quitaste todo lo que quería.

Extiende un poco más el brazo apuntando directamente al corazón de Jose y todo mi ser entra en pánico.

Quisiera gritar a alguien que llame a la policía, quisiera tener más rapidez y fuerza de la que le dan los estupefacientes al viejo, quisiera no ser una simple mujer con aires de fortaleza y defender a Sky como lo merece.

Otra cosa que dicen las personas en situaciones de riezgo y con visita de la muerte en primera fila es que todo pasa lento, como si pausaras un DVD... En eso concuerdo.

—No serás más que un mal recuerdo para mi y para quien te conozca —Escupe Alberto y quita el seguro de su pistola antes de accionar el gatillo.

En esa pausa del momento extraigo mi arma y haciendo el mismo movimiento que él aprieto el gatillo al lanzarme frente a Jose.

El estruendo rompe la tensión de la habitación y lo veo caer antes de cerrar los ojos y perderme en la oscuridad.

Lo protegí, puede estar tranquilo.

TranquiloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora