Piloto

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El familiar sonido del despertador sonó haciéndome casi caer de la cama.Las sábanas se enredaron en mis piernas y mi cabello llenos de nudos cayó en mi cara. Probablemente si alguien me estuviera viendo desde la puerta pensaría que estoy en pleno proceso de exorcismo, pero no. Solo era una mañana común y corriente de Alaska.

Traté de levantarme, pero cuando lo hice , mi dedo gordito del pie se quedó en la alfombre y mi barbilla dio contra el suelo.

–Estúpida alfombra–dije con el rostro aún en el suelo.

Traté de levantarme pero mis brazos estaban tan adormecidos que termine con la nariz en el suelo, otra vez.

–Buena forma de empezar el día,enana–eso fue lo que le entendí a Elena, mi hermana ,mientras se dirigía a nuestro baño compartido.

–¡¿Por qué no me despertaste?!–grité y miré el reloj.

De pasada también olí mi axila y no era un olor muy bonito. Me quedaban 15 minutos para llegar temprano al colegio.

Salí corriendo hacia las escaleras, sólo tenía la playera de mi hermano Jeremy encima y dejaba ver todas mis bragas a los vecinos,  ya que las ventanas estaban abiertas.

Cuando llegué a la cocina logré escuchar a mi tía Jenna y Elena.

–Tostadas. Puedo hacer tostadas.–

–Sólo hace falta café, tía Jenna.–decía mi hermana,llenando la taza con una pequeña sonrisa.A pesar de todo lo que había sucedido después del accidente de mis padres Elena hallaba la manera de mantenerse fuerte por mi y Jeremy y eso era algo que sin duda admiraba.

–¿Hay café?–preguntó mi hermano,arrebatando mi taza de café.

–¡Jeremy!-grite-Hay una taza justo a lado, no seas tan idiota.–

–No me digas que hacer.–reprochó.Jeremy era el peor hermano menor que me pudo haber tocado.
Antes de la muerte de mis padres, él, era un chico bueno. Pero siempre la vida nos juega en contra. Ingresó en el tema de las drogas y se relaciona con Vicki Donovan, la hermana del ex de mi hermana.

–Buenos días.–le dije a Elena y Jenna.

–¿Estás de buen humor?-preguntó mí tía, pasándome una taza. Tomé una gran cantidad de aire y sonreí.

–Estoy de maravilla.–recibí la taza y me apoyé en el modular de la cocina.

–Nuevo día,nueva escuela, nuevos chicos...–canturreo Elena.

–Misma yo.–La interrumpí llevándome la taza de café a mis labios.

–Es su primer día de clases y no estoy nada preparada.-comentaba Jenna, revoloteando frenéticamente sobre nuestras mochilas revisando que tengamos todo.- ¿Dinero para el almuerzo?-preguntó, mostrándonos unos billetes.- Elena negó, pero Jer y yo, lo aceptamos.- ¿Algo más? ¿Un lápiz número dos? ¿Qué me falta?.

–¿No tienes una presentación hoy?–pregunté, sacándole a mi hermano mi taza de las manos.

–Tengo que encontrarme con mi ayudante de tesis dentro de... ¡Ahora! ¡Demonios!–exclamo soltándose el cabello.

–Entonces vete. Estaremos bien.–ella sonrió y desapareció por la puerta. Para cuando quedamos los tres solos, pude ver en la mirada de mi hermana que se encontraba preocupada por nosotros.–¿Están bien?–

-No empiecen.-reprochó Jer, llevándose mi taza.

-Jeremy, solo nos preocupamos por ti.-reclamé escuchándolo subir las escaleras. Elena no dijo nada y le dio la espalda a la puerta.- Yo estoy bien.-susurré.Elena se volteó para mirarme maternalmente.

La Otra GilbertDonde viven las historias. Descúbrelo ahora