4-XIN-1 (parte 2: inspección general)

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  Las esperanzas de Emma continuaban con una euforia que nunca había mostrado. Emma era bastante bipolar, un día te odia, al otro día te quiere dar un beso, al siguiente te vuelve a odiar y al próximo te quiere follar. Bueno, he exagerado, ella no es tan bipolar como para llegar a eso, pero si que es en ocasiones confusa su actitud.

  —Mira a ver qué ha encontrado Ma.—me ordenó Emma

  —Ma-Ko, amigo, dime lo que has encontrado.
  —Solo una planta, esto significa que hay posibilidades de vida, más allá, casi en la otra zona del planeta, hay una zona mucho más poblada de plantas y algún que otro pequeño ser vivo. —me explicó
  —Interesante, supongo que en un rato iremos allí.
  —No se sabe exactamente.—interrumpió Emma nuestra conversación.—Es posible que tardemos tiempo en inspeccionar esta zona.
—¿Pero qué dices? Si solo es desierto, no hay mucho que ver.
—Estaremos un día aquí, si no encontramos nada más, nos dividiremos e inspeccionaremos nuevas zonas del planeta.
  —Entendido.
  —Bueno, Thomas, ya estas sacando tus utensilios de cocina y estás preparando esa deliciosa sopa de tu abuela.
  —Que en paz descanse.—dijo Thomas.—En menos de una hora lo tenéis.
  —Gracias, hace un hambre...
—De nada.—me dedicó una sonrisa de oreja a oreja.

Aquella hora hasta comer, estuvimos hablando de la investigación. De qué creíamos que encontraríamos más allá de esa zona. Yo fui el primero en dar la opinión.

—Bien, pues yo creo que en el otro lado habrá bichos, solo eso, no creo encontrar una raza extraterrestre muy exagerada, pero no quito la posibilidad.
—Yo digo justo lo contrario.—opinó Ma-Ko.
  —A mi me gustaría que existieran esos seres monstruosos gigantes que recuerdo dibujar cuando era pequeño. Si algún día recupero los dibujos os lo mostraré.
  —Guay, a ver que tan bien dibujas.
  —Emma, ¿tú que piensas?
  —¿Yo? Yo solo creo que habrá otra especie, seguramente diferente a los Okons, pero no buscarán conflictos. Si quieren problemas, les matamos, como haremos con los Okons.

  La explicación de Emma, a pesar de ser violenta, lo mencionó con un tono de tranquilidad y también algo alegre, sin importar que ha mencionado a los cabrones de los Okons. Me encanta esta chica.

  —Thomas, dinos qué piensas.
  —Solo sé que no sé nada.
  —¿En serio?

  En aquel momento empezaron las carcajadas. Nos costaba cesar las risas. Una simple oración que no muere, "solo sé que no sé nada" a mi me hacía ver ignorancia y vagueza, a pesar de cierta. Nadie sabía nada de nada. Eso nos hacía pensar y dudar en si estábamos preparados, una duda que nos llevaría lejos.
La tarde pasó, Emma estuvo todo el tiempo hablando con Anderson en la nave junto a Ma-Ko. El resto quisimos relajarnos y nos quedamos fuera. Pasamos el rato, así tres horas.

—Gente, son las 19:34, hora terrestre en América.—dije yo.—Creo que será buena hora de preparar una partidita de risk, de esta no os salváis, prepararos para palmar.
—Bueno, bueno, qué amenazador.—la ironía de Thomas.—¡Ah, mamii! ¡Qué miedo!

Las carcajadas volvieron. Entramos en la nave, aun riendo, y nos encontramos con Emma y Ma-Ko hablando con el monitor, en éste se veía la cara de Anderson y más atrás, Amnes. Desde el otro lado de la nave levante la mano para saludarles. Anderson interrumpió lo que estaba diciendo para dedicarme el mismo gesto. Era una persona muy amable, poco estricta, era raro que un sargento fuese quien nos diese las órdenes y no fuese la capitana. Agudicé mi oído para intentar escuchar qué decían... inútil.
La partida de risk comenzó, mi estrategia era muy básica: movimiento de ajedrez, débiles primero, principalmente soldados y no máquinas ni vehículos. Los próximos pasos serían para los cañones y las naves, bombardeos y eliminación del primer enemigo, Thomas.
En cuanto destruí a su último soldado recibí un millón de insultos por su parte, muy cariñoso.

Regreso (objetivo la tierra #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora