III- Ichimatsu.

3.8K 217 171
                                    

Escribir 21 paginas en world en arial 10...me voy a morir...

¡Heyaaaa~! ¡He vuelto con mis saludos extraños!

Dios mio, cada vez que entro y veía todos los comentarios me daba algo ¡Se los juro!

Lamento la tardanza, no he podido hacer mucho estos días, de hecho esta vez ni he podido responder como me gustaría...aun que en wattpad casi nunca lo hago... I'm sorry ;-;/

¡Gracias a todos los comentarios de esta historia! y las risas por el dialogo Osochoro, les juro, me salio natural XD

Tambien gracias por los votos.

Bueno mi retraso se debe a varios factores, estudios, tiempo etc. Pero mas que nada era por que no me convencía jamas de como debía de actuar Ichimatsu, a cada rato era borron y cuenta nueva. Hasta que llegue al capitulo que leeran hoy, que es lo que mas me convenció y me dejo tranquila. Asi que si ven que es un poco Ooc, mis disculpa, sigo siendo nueva con Osomatsu-san y también tengo algunos fallitos ;7;

Bien ustedes, como ya saben, no vienen a escucharme. Este capitulo va dedidcado a las KaraIchi fan's~

Disclaimer: Osomatsu-san, no me pertenece, yo solo contribuyo al fandom.

Advertencia: Malas palabras, futuro yaoi. Posible Ooc debido a que es mi primera vez escribiendo sobre ellos, lamento las molestias.

Aclaraciones: Los trajes de este fic están basados este el arte de una artista de pixiv (Id: 953838) Por si quieren hacerse la idea. También e de aclarar que aun no tengo parejas decididas para este fic y como soy multishipper, pues tratare de insinuar de todo un poco.

¡Enjoy!

~O~

Mr. Matsuno.

III- Ichimatsu: M.M

Como cualquier otra mafia, los Matsuno tenía muchos enemigos de los que debían cuidarse, algunos odiaban en específico a solo uno de los hermanos, pero eso jamás reducía el riesgo. Cada persona que conocieran podía ser un enemigo, un espía...un asesino. Por ello ninguno se esforzaba en si quiera contratar informantes, sirvientes o si quiera en tener grandes hombres a sus cuidados. Era una pérdida de dinero y posiblemente alguno de ellos podría traicionarlos.

Se tenían entre ellos y creían que eso bastaba.

Pero eso no aplicaba para todos los hermanos.

— Te detesto desde lo más profundo de mi alma Osomatsu nii-san —maldecía con voz apagada el cuarto hijo de los Matsuno.

¡Puedo escucharte! —respondió una voz en su oído. Un comunicador.

— Esa era la idea tontomatsu nii-san~ —rio de manera interna, escuchando los reclamos del otro lado del comunicador.

¡No te desquites conmigo Onematsu! ¡No es mi culpa! así estaba el orden de la misión~ ¿¡O crees que yo quería ir con Egopajerovski!? —se escuchó un golpe y un regaño del otro lado de la línea. Se rio.

Miro hacia el frente formando una mueca aburrida.

Ahí frente a la gran mansión de los Matsuno, estaba a aquel auto color negro, brillante y de apariencia costosa. Pero más que nada le dirigió una mirada a la persona en el techo de este mismo, mirando a la luz de la luna con unas gafas negras puestas.

Doloroso. Pensó Ichimatsu.

— Je~ Te tienen con correa Osomatsu nii-san~ —retomo la conversación, escuchando de fondo la risa de su tercer hermano.

Mr. MatsunoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora