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Sin poder evitarlo lo seguí, parecía buscar algo porque miraba en todas direcciones, sin embargo, interpreté eso como una señal de que no quería preguntar a nadie; ni siquiera me fijé de como mis pies se enredaron haciéndome tropezar y casi pude sentir mi rostro estamparse contra el suelo a no ser de aquel fuerte agarre en mi brazo derecho.

—Cielos —suspiré mirando el suelo—. Lo siento no fue mi intención, es que llevo algo de prisa —cuando enderecé mi cuerpo aquellos orbes se concentraron finalmente sobre mí, estaban completamente desconcertados, probablemente estaba molesto por mi torpeza.

—Está bien, no te preocupes —retiró su mano de mi brazo, me echó un último vistazo y se dispuso a caminar nuevamente.

—Disculpa, ¿estás buscando algo? —pregunté, algunos alumnos me miraban, sabían perfectamente que no solía tener ese tipo de atenciones con los demás.

—Estoy bien, llevas prisa, le pediré ayuda a alguien más —pude distinguir una media sonrisa en su rostro y siguió andando. Mierda, era muy listo y esa fue su forma de rechazarme amablemente.

—Mala suerte JongIn —ChanYeol me palmeó la espalda—. No sabía que tenías ese tipo de gustos.

—Yo tampoco sabía eso de ti hasta hace algunos meses —mi amigo se sonrojo por completo.

—Amor a primera vista —llegó JongDae con una entonación burlesca—. Eso fue lo que vi —rolé los ojos, hasta ahora JongDae era probablemente el único con intereses «diferentes» y hasta hace unos minutos yo también era de esos a no ser por aquel chico.

—Es lindo —aquel lindo de Sehun me molesto demasiado, pero dejé de preocuparme al recordar que él ya estaba con Luhan—. Pero parece que te rechazo con sutileza.

—Fue un accidente y en agradecimiento esperaba ayudarlo, pero prefirió decir que no, es todo.

—Jóvenes, ya nadie puede estar en los pasillos—era uno de los cuidadores, JoonMyun, sabía que mis amigos eran algo irresponsables, pero a pesar de ello nunca lo trataba mal, era lo más cercano a un hermano mayor para nosotros.

No discutimos más y seguimos nuestro camino al aula, el «guardián» como solía llamarlo Sehun, nos seguía unos cuantos metros atrás, lo más probable, se aseguraría de que cada uno entrara a su respectiva clase. Iba a faltar a la de álgebra, pero desistí de ello cuando vi a KyungSoo hablando con el profesor, seguramente compartiríamos la misma materia.

—Park, jóvenes Kim y Oh —nos llamó el profesor con el ceño fruncido—llegando tarde como siempre, aténganse a las consecuencias —no me importó mucho y ambos caminamos a nuestros respectivos asientos—. Do, toma asiento junto a Park, el grandulón de las orejas enormes —a pesar de que el comentario del profesor le causo gracia a todo mundo, para mi más bien fue como un golpe duro en el estómago.

Por supuesto ChanYeol notó mi expresión y sonrió a KyungSoo cuando éste lo siguió despacio sin mostrar emoción alguna, lo cual me alegró.

—¿Así que acabas de llegar a la ciudad? —escuché la voz de mi amigo, agradecía que los asientos fueran individuales, así ambos podrían mantener su distancia.

—Si —se limitó a responder, de ahí que pude deducir que no era muy conversador.

—Vaya —insistió—. Tu familia es una de las más influyentes en el país, me sorprende que hasta ahora hayas entrando a este instituto, puesto que se supone es el mejor en Seúl.

—¿Park? Creo que el chico a tu lado derecho me mira con mucho odio y los demás están más atentos a nuestro intento de conversación que a la clase. Si no te importa y aunque te importe, me gustaría estar atento a lo que están explicando en clase.

El Lado Perfecto [KaiSoo/KaDi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora