Parte 1 Sin Título

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¿Dónde está? En los columpios, siempre va allí cuando necesita dulces o esta triste; lo cual es casi siempre

-¡Largate de aquí, Tom!- me gritó. Tenía los ojos rojos, había llorado. En todo el tiempo que llevamos de conocernos, solo la he visto llorar una vez.

-¿Segura?- la mire sonriente, ella sabía a lo que me refería -¿Ves?, no explotes todabía- me senté en el columpio de al lado y le agarré un cigarro; esperando a que hablara.

Recuerdo el día en que la conocí, yo era nuevo en la primaria; todos me recibieron con educación. En el recreo me junté con la mayoria del salón, eran geniales, siempre había algo que jugar: atrapadas, escondidas, carreras; lo que fuese pero nos divertiamos. Excepto ella. Era muy seria, no se reía de las cosas graciosas; solo una tímida sonrisa se asomaba en ella para, segundos despues, desaparecer.

Una semana despues de llegar les pregunte a mis nuevos "amigos" sobre ella, ¿por qué no le hablaban?, ¿por que ella no les hablaba?, ¿por qué era tímida? "Es muy rara,- me respondió uno- que yo sepa, siempre ha sido así. Nunca habla; mejor no te acerques a ella"

-Sigue siendo duro, ¿sabes?- dijo cortando el silencio y sacandome de mis pensamientos- creí que no dolería como la primera vez- le dio una calada a su cigarro.

-Lo sé; a mi tambien me duele- pues era verdad- recuerdo cuando nos conto que se viajó, una vez que se iba a quedar a dormir y esa misma vez se volvió a viajar, pero tu te fuiste con ella y cuando despertó tu seguias en el viaje- rió, lo recordaba bien.

-Como olvidarlo, cuando desperté estaba echa un mar de lágrimas y tú, como si nada- meneo la cabeza con una sonrisa.

-Pues sí, yo sabía que volverías. No podías abandonar la vida cuando todo iba bien, ademas ese día irías al concierto de tu banda favorita- sonrió al recordar ese concierto, para ella, fué el mejor.

Su sonrísa se fue dejando una lágrima recoriendo su mejilla.

-Aveces la veo en mis sueños, con una sonrisa; con la real, con esa que me contajia y hace reirnos hasta querer ir al baño;- segunda lágrima, segunda calada- no puedo entrar allí.

De mi pantalón saque un pedazo de papel, mas bien un tiket de cigarros, y una pluma de mi sudadera. Se los tendí.

-Escribelo.- los miró dudosa- Eres mejor escribiendo que hablando y eres buena escribiendo, como ella.- No tardo mas de 20 segundos para tomarlos y empezar a escribir. Una letra pequeña, pero no tanto para que se distinguiera cada una de las letras.

Ya sabía que no podría entrar y hablar, es un asco hablando, siempre la caga. Por eso llevé una pluma.

Cuando acabo me dio el papel y la pluma. Le extendí mi mano y ella me dió la sulla. Hice que caminara hasta la puerta de su departamento, de ellas... Y mio, pues me la pasaba aquí la mayoría del tiempo; era muy comodo vivir con ellas. Le dije que me esperará en la puerta, que no entrara; yo entré y todos se encontrban allí. Hasta las chicas que la molestaban en el último año de secundaria. ¿Ahora si la quieren? Me dirijí hacia su habitación y dejé el ticket en su cama, junto su regalo de cumpleaños; la próxima semana cumpliría los 20 y Angelica le compró un libro, que lastima que no este para darcelo como ella quisiera.

Salí del departamento y la vi sentada con un nuevo cigarro.

-Vamonos- le dije.

-¿A dónde?- me miro- No tienes casa y la mia esta ocupada

-Yo conozco un lugar.

Te cuento mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora