Jamás Me Alejaré De Ti

Parte única

"Jamás me alejaré de ti..." fueron tus últimas palabras antes de marcharte sin avisar.
Eres un maldito mentiroso, ni te imaginas lo estúpido que me sentí cuando te enviaba cientos de mensajes al día con la esperanza de que me dieras respuestas... Y jamás llegaron.
-Eres un idiota...- murmuro otra vez al aire, como si esperara que de una vez por todas éste me reclamara y dijera algo así como "¡Ya cállate, siempre dices lo mismo!"
Soltando otro de mis habituales suspiros, miro hacia uno de los tantos edificios que parecieran tocar el cielo. Uno de ellos tiene una pantalla gigante y no puedo evitar sentir un resentimiento recorrer mi interior al recnocer ese rostro tan conocido.
-Eres un maldito idiota...- volví a murmurar mientras me giraba rumbo a casa.
Al entrar por la puerta veo con detenimiento la sala, es tan amplia y al mismo tiempo me hace sentir un vacío, como si le hiciera falta algo... O alguien

"No empieces otra vez, Kim Minseok" me regaño a mí mismo mentalmente y decido continuar con mi rutina diaria.
Me siento sobre el sofá luego de haberme preparado un café, enciendo el televisor con mi mano libre sujetando el control remoto y otra vez está ese programa que no habla más que de chismes y otras bobadas de los famosos. ¿A quién le importa lo que ocurra en sus vidas privadas? ¿Qué acaso son idiotas? Oh, espera, soy uno de esos idiotas por estar viendo esto.
Estaba metido en mis pensamientos cuando escucho una voz melodiosa.
Fijé mi mirada en la pantalla encendida y me di cuenta que estaban transmitiendo una canción nueva, que al parecer estaba siendo un éxito.

"Como muchos ya lo saben, el joven cantante, Kim JongDae, más conocido como Chen, ha estado alcanzando un éxito impresionante a pesar del poco tiempo transcurrido desde su debut. Simplemente digno de alabar. Como se les ha mostrado hace unos momentos, este se ha vuelto la canción más popular según se ha registrado--"

-Idiota...- murmuré mientras tomaba otro sorbo de mi café y apagaba la televisión. Me terminé recostando sobre el sofá, quedando boca arriba, observando algún punto del techo como si fuera lo más interesante del mundo.
Aún podía recordar esos días con claridad...

~Flash-back~

-¡Hey! Que tal, Soy Kim JongDae.- dijo una voz bastante animada. Me giré y pude notar una sonrisa felina formándose en su rostro.

Miré a mi alrededor para asegurarme de que era a mí a quien se dirigía. Luego me di un golpe mentalmente al percatarme de mi estupidez. No había nadie más, era obvio que se dirigía a mí.
"Excelente, Kim Minseok, la primera impresión y te la das de idiota" me regañé mentalmente e inconscientemente solté un suspiro.
-¿Puedes decirme el tuyo o tendré que esperar a que bajes de tu nube?- preguntó en un tono de broma y comenzó a reír, pero eso sólo hizo que me sintiera más humillado y avergonzado de lo que ya estaba.
-Ah, lo siento...Yo... - trataba de hablar normal, pero las palabras no me salían. ¡Genial! Ahora sentía mi rostro calentarse y eso sólo me ponía más nervioso.
-¿No hablas mucho o sí?- comentó mientras seguía sonriendo.
Le miré sintiéndome ofendido. Quizás no podía controlar mis nervios ahora pero no por eso debía tomarme por alguien tímido. Respiré profundamente y cuando ya estaba calmado, lo intenté nuevamente.
-Soy Minseok, Kim Minseok. Y para tu información, sí, sí hablo.
-Oh, ya veo. Lo siento- ¿para todo muestra su sonrisa?
-¿Necesitas algo?
-¿Disculpa?- preguntó mostrándose algo confundido.
-Si vienes y me hablas de la nada sin siquiera conocerme puedo imaginarme que se debe a algo que necesitas de mí.
-Si lo pones de esa forma suena lógico- dijo mientras reía levemente.
-¿Entonces? ¿Qué necesitas?
-Un compañero- respondió animado.
-¿Ah?- ladeé la cabeza hacia un lado. Ahora yo era quien estaba confundido.- ¿Compañero de qué? - dije aún extrañado, que yo sepa no estamos en la misma clase, ni siquiera tiene el mismo uniforme de la escuela ahora que lo veo bien.
-Kim Minseok, se te ha dado el privilegio de haber sido escogido por un inmortal para volverte su compañero de toda la vida- dijo en un tono formal pero sus palabras parecían totalmente fuera de contexto.
De pronto todo se volvió silencio por unos segundos, hasta que me decidí a romper con éste.
-Eres un idiota...