Estoy aquí

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*Hey sal, estoy acá afuera*
-Rebecca ¿qué haces aquí?!-¡Feliz cumpleaños! ¿Creíste que lo había olvidado?
-Vaya qué sorpresa - Vi como su rostro se ponía como un tomate. A pesar de eso se veía hermoso, tan radiante como siempre.
-De tres leches como te gustan. - Ahora sentía yo como el calor recorría mis mejillas.
-No sé qué decir Rebecca, solo que muchas Gracias, no tenías por qué haberte molestado en venir.
-No, claro que no, tú nunca serás una molestia. -¿quieres pasar?
-oh no, tengo clases, de echo tengo que irme, espero y lo disfrutes, te quiero - La palabra salió de mi boca sin ni siquiera pensarlo, y mis mejillas de nuevo estaban coloradas.
-también te quiero Rebbeca - dejó unos segundos sin decir nada, los cuales me  fueron eternos
-Bueno ... Si- Tartamudeaba horrible - Yo .. Me tengo que ir.
Me di la vuelta dirigiéndome a la parada, pero sentí un pequeño jalón y estaba de nuevo Adrián
-Espera - Dijo al mismo tiempo que tomó mi brazo, he hizo la pregunta menos deseada.
-Tu ... ¿Tú aún sientes lo mismo? - Mi corazón empezó a palpitar a mil por segundo, entonces me di cuenta que seguía enamorada de mi amigo, durante años lo guarde a pesar de que él lo sabía, siempre Dijo que me veía como un amiga.
-No creo que debamos hablar sobre eso - Mis manos sudaban, tanto que tuve que tallarlas en mi pantalón
-responde - dijo él
-Si, Adrián aún siento algo por ti - le dije, terminando con un suspiro
-De tantos años que llevas de conocerme, sabes como soy, he tratado de convencerte que no soy lo mejor para ti, soy todo lo contrario de lo que te deseo, no te merezco, mereces algo mejor. -
-Eso no lo dictas tu Adrián, no puedes decidir por mí, yo decido con quien salir y con quién no, llevo años diciéndote que siento algo por ti, carajo entiéndelo, estoy enamorada de ti más de lo que debería - estaba apunto de romper a llorar, me volteé y proseguí mi camino.
Por segunda vez sentí su mano sobre mi brazo, pero estaba vez en vez no lo  a los ojos, sus cálidos labios estaban sobre los míos.
Y era así como se sentía el amor, cálido; sentía como ese calor iba recorriendo todo mi cuerpo, y mis manos fueron hacia su cabeza, para acariciar esos hermosos chinos  que me volvían loca mientras el rodeaba mi cintura abrazándome tan fuerte, como si fuera a perderme.
-Llevo mucho tiempo diciéndote que no te merezco, pero también llevo años ocultando todo esto. No quiero ser uno más en tu vida. - me dijo sin despegar nuestras frentes
-Nunca serías uno más, conoces mi pasado, viviste muchas cosas conmigo, así como yo contigo - suspire por un par de segundos - No te prometeré ser le amor de toda tu vida, aún que carajo como me gustaría serlo, lo que sí te prometo, es vivir el presente, luchar día a día, por ti, por mi, por nosotros, eso sí lo puedo prometer.
-Te quiero Rebecca
-Te quiero Adrián

Fragmentos de una historia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora